Managua, Nicaragua.-Diversas organizaciones de la oposición denunciaron este lunes la muerte en Nicaragua bajo custodia del opositor Mauricio Alonso, que aseguran había sido secuestrado hace más de un mes supuestamente por órdenes del Gobierno que preside Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
"Con profunda indignación denunciamos la muerte de Mauricio Alonso Petri mientras se encontraba en manos de la Policía Nacional de Nicaragua", señala un comunicado de la agrupación opositora Unión Democrática Renovadora (Unamos).
Alonso, apunta ese comunicado, "estaba en condición de desaparecido desde que fue secuestrado el 18 de julio del corriente año, sin que, a la fecha, ni la policía ni ninguna autoridad de gobierno hayan dado información de su paradero ni de sus condiciones".
Añade que este "trágico evento" ha tenido lugar sin que se haya proporcionado "ninguna justificación" por parte de las autoridades, "lo que agrava la preocupación sobre las condiciones de detención y el respeto a los derechos humanos en el país".
"Otra muerte de opositor" en Nicaragua
El Instituto La Segovia en el Exilio Político denunció también que el "sistema dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo está entregando muerto al opositor secuestrado y preso político de nombre Mauricio Alonso P.", en un pronunciamiento que señala que esta es "otra muerte de (un) opositor en las cárceles de la dictadura".
La agrupación opositora indicó en un comunicado, recogido por medios locales, que en la madrugada del 18 de julio pasado Alonso, junto a su esposa e hijo, fue "secuestrado por encapuchados (en el marco de las redadas que hacen cada año previo a su espectáculo del 19 de julio)", fecha de aniversario de la Revolución Sandinista.
Añade que a la esposa la liberaron el mismo día, pero a Alonso y a su hijo "los dejaron presos".
"Hasta el día de hoy que su familia recibe una llamada de medicina legal y lo están entregando muerto", asegura el Instituto La Segovia, sin que de momento haya una confirmación oficial.
Ni el gobierno de Nicaragua ni la Policía Nacional han ofrecido sus versiones sobre la denuncia de esas detenciones, y generalmente no suelen pronunciarse.
También la agrupación opositora Unidad Nacional Azul y Blanco denunció en sus redes sociales la muerte de Mauricio Alonso, que "falleció en las cárceles orteguistas".
"Mauricio se encontraba en condición de desaparecido desde su secuestro y se desconocen las razones de su fallecimiento. Denunciamos este nuevo crimen de la dictadura y demandamos prueba de vida del hijo de Mauricio, también secuestrado por la dictadura, y de todos los secuestrados, así como la libertad incondicional de todas las personas presas políticas", indicó la agrupación.
El pasado 19 de julio, durante el acto del 46 aniversario de la revolución sandinista, Ortega ordenó a sus bases una "vigilancia revolucionaria" contra los "enemigos" de su Gobierno, a los que tildó de "terroristas, conspiradores y vendepatrias".
"En cuanto se les descubra", continuó el mandatario sandinista, "se les captura y se les procesa".
Hasta el 15 de julio pasado, al menos 54 disidentes y críticos con el Gobierno de Nicaragua seguían en las cárceles de ese país, incluidos 18 adultos mayores, según el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, cuyos datos son avalados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se acentuó tras las controvertidas elecciones de noviembre de 2021, en las que Ortega, de 79 años y en el poder desde 2007, fue reelegido para un quinto mandato, el cuarto consecutivo.