Ciudad del Vaticano.- Luego de una larga espera apareció la fumata blanca desde la Capilla Sixtina, anunciando que hay un nuevo papa, pero ¿quién es el encargado de preguntarle al elegido si acepta el cargo?
La tradición dicta que, una vez que los cardenales han votado y se ha anunciado la fumata blanca, el decano se acerca al nuevo pontífice para formularle la pregunta que valida su aceptación oficial del cargo. En latín, le consulta: “¿Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem?”, que significa: “¿Aceptas tu elección como Sumo Pontífice?”.
Pero, ¿quién cumple con esta importante tarea en 2025? La respuesta revela un giro en la tradición. Giovanni Battista Re, el decano del Colegio Cardenalicio, con 91 años y de nacionalidad italiana, no participó en las votaciones debido a su edad, superando el límite de 80 años establecido por el Papa Pablo VI. En su lugar, fue el subdecano, el cardenal argentino Leonardo Sandri, quien asumió la responsabilidad formal de preguntar al nuevo Papa.
Este instante, que ocurre en la privacidad de la Capilla Sixtina, es uno de los momentos más solemnes y delicados del cónclave. Solo tras recibir una respuesta afirmativa, el nuevo pontífice puede proceder a adoptar su nombre y prepararse para su presentación pública en la logia de la Basílica de San Pedro.
En conclusión, en 2025, la figura encargada de preguntar al Papa si acepta su elección no es el decano en ejercicio, Giovanni Battista Re, sino el subdecano, cardenal Leonardo Sandri. Sin embargo, la solemnidad y el peso de ese momento permanecen intactos, reafirmando la importancia de las leyes y tradiciones que rigen la elección del líder supremo de la Iglesia Católica.