Un atentado contra la sede de la televisión siria dejó siete muertos, primer ataque contra medios oficiales desde que comenzó la revuelta en Siria, país al que se le dedicará el sábado una reunión internacional en Ginebra.
El gobierno atribuyó la agresión a terroristas y dijo que habían cometido una “masacre”.
La violencia en Siria no deja de ganar en intensidad con centenares de muertos en las últimas dos semanas, según una ONG siria, una situación que se parece cada vez más a una guerra civil, estimó la Comisión de Investigación Internacional comisionada por la ONU.
El ataque inédito fue contra la cadena Al Ijbariya en la región de Jan al Chih, cerca de Damasco, según la agencia oficial Sana. El ministerio de Información denunció una “agresión odiosa contra la libertad de prensa”, y criticó las sanciones de la Unión Europea contra radios y televisiones sirias, acusadas de incitar a la violencia y de servir como “instrumento de propaganda del régimen”.
Los insurgentes han negado que ataquen a los medios de comunicación. La mayoría de las televisoras y periódicos en Siria son propiedad de políticos o empresarios acaudalados que tienen relaciones estrechas con el régimen.