Washington, Estados Unidos.- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se dará un baño de masas en un estadio de Washington este domingo, donde se espera que congregue a miles de sus seguidores para un discurso con ecos electorales, en la víspera de su toma de posesión el lunes como nuevo mandatario del país.
Previamente, la noche del sábado celebró su inminente regreso al poder con un espectáculo de fuegos artificiales en Virginia, a las afueras de Washington, que iluminó el cielo al ritmo de una versión de la canción Aleluya.
El frío extremo de Washington ha forzado a que la segunda investidura de Donald Trump rompa con la tradición y no se celebre al aire libre, abriendo otro capítulo en la historia de esta ceremonia llena de simbolismo que ha sido moldeada con el paso del tiempo.
George Washington, el primer presidente de Estados Unidos, juró el cargo el 30 de abril de 1789 en una austera ceremonia en el Congreso, que en aquella época se encontraba en Nueva York.
No fue hasta 1933 que la Constitución estableció el 20 de enero al mediodía como fecha oficial de la toma de posesión. Pero no impone otros requisitos, de manera que la ceremonia ha ido agregando eventos y pomposidad a lo largo de los años.
Trump, obsesionado con las grandes multitudes, se quedará sin la ya tradicional fotografía de la jura del cargo frente a cientos de miles de personas congregadas en la Explanada Nacional.
La investidura más multitudinaria de la historia fue la primera de Barack Obama, en 2009, que concentró a más de un millón de personas, con gélidas temperaturas similares a las que se esperan el lunes en Washington.
Trump sostiene que tuvo más público en su toma de posesión de 2017, a pesar de que las fotos aéreas muestran una clara diferencia a favor del demócrata. En esta segunda ocasión, los cambios de planes no permitirán hacer una nueva comparación de multitudes.