Washington, Estados Unidos.- El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, emitió fuertes declaraciones este domingo en contra del mandatario venezolano Nicolás Maduro, a quien calificó como líder de una organización narco-terrorista y no como presidente legítimo del país sudamericano.
A través de su cuenta oficial en la red social X (antes Twitter), Rubio aseguró que “Maduro NO es el presidente de Venezuela y su régimen NO es el gobierno legítimo”. Además, añadió que el gobernante venezolano es “el líder del Cartel de los Soles, una organización narco-terrorista que ha tomado posesión de un país”, y recordó que el funcionario se encuentra acusado formalmente en Estados Unidos por tráfico de drogas.
“Está bajo acusación por introducir drogas hacia los Estados Unidos”, puntualizó el alto funcionario del gobierno del presidente Donald Trump, en el mensaje que también fue reposteado por la Embajada de EE.UU. en Venezuela.
Las declaraciones de Rubio se producen en medio de una creciente presión internacional contra el gobierno de Nicolás Maduro, a quien Washington no reconoce como presidente legítimo desde las elecciones de 2024, consideradas fraudulentas por varios gobiernos y organismos multilaterales.
En marzo de 2020, el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó cargos por narcotráfico, corrupción y terrorismo contra Nicolás Maduro y otros altos funcionarios del régimen, acusándolos de formar parte activa del Cartel de los Soles, una supuesta red criminal integrada por militares venezolanos de alto rango.
El Departamento del Tesoro y el Departamento de Estado anunciaron recientemente nuevas medidas para desmantelar las operaciones financieras del cartel, que según Washington, mantiene vínculos con organizaciones del crimen organizado internacional, incluyendo el Cartel de Sinaloa y el Tren de Aragua.
“Usaremos todos los recursos a nuestro alcance para impedir que Maduro continúe beneficiándose del narcotráfico y la desestabilización regional”, señaló un comunicado oficial del gobierno de Trump.
Con estas acciones se refuerza la posición histórica de Estados Unidos de no reconocer la legitimidad de Maduro y de señalar su régimen como un factor desestabilizador en la región.