Santiago, Cuba.- El huracán Melissa deja al menos 32 personas muertas a su paso por el Caribe, con veintitrés fallecidos en Haití, cuatro en Jamaica, el mismo número en Panamá y uno en República Dominicana, además de un rastro de destrucción, que golpeó también con dureza este miércoles a Cuba.
Con el huracán ya debilitado, tras azotar a Jamaica con categoría 5 -la máxima en la escala Saffir Simpson- y con categoría 3 a Cuba, ahora se espera esta noche su paso por Bahamas, con "condiciones de huracán, marejada ciclónica que amenaza la vida y fuertes lluvias", o condiciones de tormenta tropical sobre las Islas Turcas y Caicos, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Hasta el momento, y a pesar de que no lo golpeó directamente, el país con más víctimas mortales por el paso de Melissa es Haití, donde se contabilizan al menos veintitrés muertes, entre ellas una veintena por la crecida de un río, mientras que otras diecisiete resultaron heridas y trece permanecen desaparecidas, al tiempo que continúan las lluvias torrenciales en varias regiones del país, que han dejado más de trece mil desplazados, según el más reciente balance oficial.
En el oeste haitiano, las crecidas del río La Digue provocaron inundaciones en Petit-Goâve, en la entrada sur de Puerto Príncipe, que causaron la muerte de al menos veinte personas, entre ellas diez niños, y donde las labores de búsqueda continúan.
Además, la semana pasada, cuando todavía era tormenta tropical, Melissa ocasionó tres muertos en este país muy vulnerable a los fenómenos naturales.
Al menos una docena de ríos de Haití registran crecidas, que han afectado carreteras y otras infraestructuras, como viviendas, escuelas o iglesias, y han obligado el desplazamiento 13.860 personas.
"Un árbol cayó sobre mí", explicó a EFE Willyo Bontang, de 64 años, quien se fracturó un pie y permanece en un hospital de Petit-Goâve.
Jamaica, familias incomunicadas
En Jamaica muchas familias se encuentran incomunicadas, por la falta de conexión telefónica y la gran cantidad de áreas anegadas, un día después de que el paso de Melissa provocara cuatro muertes, dejara a más de quinientas mil personas sin electricidad y miles más damnificadas.
El huracán tocó tierra jamaiquina en la localidad de Black River, en Saint Elizabeth, en el suroeste del país.
"Yo estoy bien, pero todavía no tengo noticias de mi familia, ya que los teléfonos no funcionan", explicó a EFE desde la capital de Jamaica, Kingston, Daniel Buchanan.
Buchanan, profesor de 33 años y oriundo de Black River, cuenta que en su pueblo natal el panorama es desolador y no consigue contactar a sus familiares.
"Muchas casas perdieron sus techos, un hospital que es patrimonio histórico y una clínica sufrieron daños, lugares históricos como el juzgado y Waterloo House, el primer lugar del mundo en tener electricidad, y la iglesia parroquial quedaron destruidos en Black River", relata Buchanan.
El ministro de Desarrollo Comunitario y responsable de la respuesta ante desastres de Jamaica, Desmond McKenzie, confirmó este miércoles que al menos cuatro personas, tres hombres y una mujer, fallecieron en Black River.
Por su parte, el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, que declaró el martes al país "zona catastrófica", indicó -en un mensaje- que tras sobrevolar la zona de Saint Elizabeth "las imágenes de destrucción están por todas partes".
Melissa, aunque sin golpearla directamente, también dejó un muerto en República Dominicana, donde más de un millón de personas quedaron sin agua potable por los efectos de las precipitaciones en decenas de acueductos, mientras que en Panamá los efectos indirectos del huracán dejaron al menos cuatro personas muertas, tres de ellas menores, y más de 1.100 más afectadas en distintas provincias afectadas por las intensas precipitaciones.