Ciudad del Vaticano, Roma.- La falta de consenso dentro de la Capilla Sixtina entre los 133 cardenales ha dejado salir la fumata negra en dos ocasiones. Pero, ¿qué pasa si esta tercera vez sigue igual?, ¿el cónclave se detiene?
Con esta señal, se prolonga la espera mundial por conocer al sucesor del papa Francisco.
La segunda fumata negra del cónclave, emitida este jueves 8 de mayo, indica que los cardenales aún no han alcanzado el consenso necesario para elegir al nuevo líder de la Iglesia católica. Aunque esto aumenta las probabilidades de que los cardenales tengan un panorama claro de quiénes son los más votados, lo cierto es que existe la otra cara de la moneda, que podría alargar el proceso con la tercera fumata negra.
De acuerdo con las normas establecidas por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, se requiere una mayoría de dos tercios para elegir al Papa.
Con 133 cardenales electores presentes, al menos 89 votos deben coincidir en un solo candidato para que sea proclamado.
De no alcanzarse una elección en los próximos días, las normas permiten que, después de tres jornadas completas de votaciones sin éxito, se haga una pausa de un día para oración, meditación y diálogo entre los cardenales. Esta medida busca facilitar el discernimiento y propiciar una eventual convergencia.
Durante esta pausa, los cardenales no continúan con las votaciones, pues realizan una jornada dedicada exclusivamente a la oración, la meditación y el diálogo informal.
Tras esa jornada de descanso espiritual, el cónclave se reanuda con nuevas votaciones. Si aún no se elige papa, se repite el ciclo: tres días de votaciones, seguidos por una nueva jornada de reflexión. Esto puede continuar hasta que se logre una mayoría de dos tercios.
Mientras tanto, la Iglesia Católica permanece sin ´papa, bajo la guía temporal del Colegio de Cardenales. Los fieles de todo el mundo observan con atención cada fumata desde la chimenea de la Capilla Sixtina, esperando el momento en que el humo blanco anuncie: "Habemus Papam".