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Colombia: Fiscalía afirma que arquitecto Uribe instrumentalizó a la niña Yuliana en un ritual macabro

El acusado mandó a pedir a domicilio un frasco de aceite, el mismo que hallaron en el cadáver de la menor. 'Era un fetiche de Rafael', dice su hermano

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20.12.2016

Bogotá, Colombia
Colombia y Latinoamérica no dejan de sorprenderse por el aterrador caso de abuso y asesinato de la niña Yuliana Samboní. Cada día salen más detalles horrorosos del crimen por el cual acusan al prestigioso arquitecto Rafael Uribe Noguera.

Aunque en un inicio Uribe y su entorno trataron de aparentar que el profesional abusó y mató a la menor de siete años bajo un episodio de intoxicación por drogas, la Fiscalía de Colombia cree que lo hizo de forma consciente.

Para ello, los fiscales recopilaron una serie de pruebas que ponen al descubierto la mayoría de los movimientos del ahora acusado y que podría enfrentar 60 años de prisión por los delitos de feminicidio, violación y secuestro.

Rito sexual
Las autoridades tienen constancia que el domingo 4 de diciembre, día del crimen, Rafael Uribe pidió las 10:30 de la mañana unos objetos a domicilio a una tienda para que fueran entregados al apartamento 603 del edificio Equus 66, donde ocurrió el macabro acto.

Lo solicitado era un encendedor, un paquete de cigarrillos y un frasco de aceite de cocina. El mismo Rafael recibió el pedido en la puerta del apartamento.

'Todo se encontró en la escena de los hechos y podemos comprobar que él era consciente de lo que hacía, porque él mismo lo recibió', Luis González, director Nacional de Fiscalías de Colombia.

Los forenses descubrirían después que era el mismo aceite hallado en el cuerpo de la menor. Al inicio se especuló que los hermanos habrían utilizado esta sustancia para borrar evidencia de las huellas del arquitecto en el cuerpo de la niña Yuliana.

Sin embargo, con el testimonio de los hermanos y la indagación fiscal se arma otra hipótesis que apunta a que el aceite era parte de un ritual sexual del ahora acusado.

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”Pero para él, el aceite no es una cosa muy extraña, porque era un fetiche de Rafael', dijo su hermano Francisco Uribe a la prensa.

Asegura que 'toda la vida ellos pelearon por el aceite, porque se untaba, porque dejaba todo untado en el baño… con aceite de oliva, aceite de cocina, aceite Johnson... hay correos en los que varias exnovias de Rafael se quejan de que él usa aceite”.

Además, en el cuerpo de la niña se halló un lazo rematado con un moño.

Para la Fiscalía, ese detalle, sumado al uso del aceite, lleva a señalar que el asesino 'instrumentalizó a su víctima en una especie de ritual macabro' y que 'pudo haber perpetrado en ocasiones anteriores', según la acusación que recoge El Tiempo de Colombia.

En la escena también descubrieron ropa interior femenina diferente a la indumentaria de la niña Yuliana, aseguraron los fiscales.

Movimientos
La Fiscalía también posee como evidencia la construcción de los movimientos de Uribe ese día a través de grabaciones, las cuales también salieron a la luz de forma reciente. Vea el video aquí.

En el material se observa que el arquitecto, después de raptar a la menor, intentó llevarla primero a un apartemento en el edificio Equus 64.

Sin embargo, hizo una serie de movimientos extraños y, tras irse finalmente al edificio Equus66 -donde consumó el vil crimen- se muestra que regresó al apartamento del principio a cambiarse.

Para los investigadores, estos movimientos significan que Uribe estaba en el pleno uso de sus facultades mentales: El intento de llevar a la niña a su apartamento y luego irse a otro lugar; el pedido a domicilio; y finalmente el cambio de ropa.

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La más cercano a una confesión del autor provino de su hermano, quien contó a la prensa que al encontrarlo intoxicado lo llevó a internar a una clínica.

Fue en ese trayecto en taxi que Uribe admite el crimen de forma fría en voz baja: 'Le voy a decir la verdad: yo la maté’”.

'¡Cómo mata usted a una niña! ¡Tiene la edad también de mi hija!', le increpa Francisco a Rafael, quien trata de calmarlo con una versión confusa: 'Es que la niña empezó a gritar y yo la ahogué con la mano para que se callara. Fue un accidente'.

No pasó mucho tiempo en que se descubriera esta mentira también.

Marginada y abusada
La Fiscalía de Colombia resume la acusación así: 'Rafael Uribe Noguera acabó con la vida de la niña Yuliana Samboní el 4 de diciembre del 2016, una menor víctima de desplazamiento forzado, de tan solo siete años de edad, que residía en una zona marginal de la ciudad de Bogotá, condición que fue aprovechada por el autor para perpetrar el crimen'.

'Haciendo uso de su poder, de su fuerza y superioridad, sustrajo a la niña, desplazándola hasta un apartamento de su propiedad, donde horas más tarde fuera hallada muerta por estrangulamiento y sofocación”, concluyó.