Comayagüela. Interrumpido por más de tres horas permaneció ayer el paso vehicular en la primera avenida debido a una fuerte protesta de los empleados suspendidos del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA).
La toma que comenzó desde las 9:00 de la mañana se extendió desde las instalaciones del ente autónomo hasta el puente a inmediaciones de El Obelisco, lo que generó un sofocante tráfico vehicular en la zona.
En la protesta, los manifestantes quemaron llantas y gritaron consignas en contra del gerente, Luis Eveline.
La exigencia es el pago de 160 millones de lempiras que les adeudan por concepto de prestaciones a 238 empleados suspendidos, más el pago del décimo cuarto mes de salario de los que laboran.
No creen en promesas
Ovidio Suazo, secretario del Sindicato de Trabajadores del SANAA (Sitrasanaa) ,explicó que están cansados de las falsas promesas de pago de Eveline, a quien tildó de “Pinocho”.
“Todos los días inventa algo nuevo y al final de la tarde nadie recibe sus pagos”, manifestó el dirigente.
A la toma se sumaron otros sindicatos pertenecientes a la Federación Unitaria de trabajos de Honduras (FUTH) quienes acompañaron la manifestación hasta las 12:00 del mediodía, cuando culminó.
La presencia de la FUTH, según Suazo, es para dar mayor fuerza a su petición de cumplimientos de pago atrasados.
En medio del caos que provocaron los manifestantes, el titular del SANAA argumentó que todas las instituciones de gobierno tienen el mismo problema de pago en su catorceavo.
Respecto al pago de prestaciones, el gerente reiteró que los exempleados deben abocarse a la Secretaría de Trabajo para recibir sus pagos.
A su juicio, este tipo de protestas lejos de ayudar, recrudecen la situación y ocasiona que sean los abonados quienes paguen por las drásticas medidas.
