Tegucigalpa

Juzgado de Policía decomisa 600 litros de licor adulterado

Las muertes por ingesta de alcohol con metanol en Siguatepeque y Comayagua motivaron operativos en depósitos, expendios y cantinas de las ciudades gemelas. Se clausuraron dos negocios.

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07.07.2012

La intoxicación con alcohol adulterado, que se ha cobrado la vida de 21 pobladores de Comayagua, Siguatepeque y Taulabé, extendió ayer la alerta a la capital de Honduras.

Ante el insólito hecho que ha llenado de luto y dolor a las humildes familias de las víctimas, el Juzgado de Policía Municipal intervino decenas de expendios, depósitos de licor y varias cantinas de la ciudad en busca del mortal producto.

Los equipos de inspectores recorrieron las siete avenidas de Comayagüela, en donde decomisaron más de 600 litros de aguardiente de las investigadas marcas El Paisano, Olanchano y Monserrat.

Asimismo, en un expendio de la sexta avenida de Comayagüela se encontró un nuevo producto adulterado cuya etiqueta es una fotocopia pegada con pegamento.

En ese lugar se confiscaron tres cajas de 24 unidades cada una del denominado aguardiente “jefe de jefes”.

Durante los operativos se cerraron dos negocios clandestinos que no tenían permiso de operación y además violentaban los horarios de venta de licor que estipula que sea a partir de las 11:00 AM.

Todo el producto incautado fue trasladado a una bodega del Juzgado de Policía.

Los operativos incluyeron al menos 15 colonias de Tegucigalpa (entre estas, la San Miguel, La Era, Nueva Suyapa, Hato de En medio y la Aldea de Suyapa) y el centro histórico, pero fue en Comayagüela donde se efectuaron los decomisos.

Las irregularidades

El producto fue incautado debido a que todos los tapones que son de plástico y que vienen sellados de fábrica estaban forzados y rotos.

Además, las etiquetas y las viñetas que identifican el producto son falsificadas y no del fabricante. No tienen registro sanitario ni fecha de vencimiento.

Fredy Casasola, juez municipal, informó que ayer mismo se enviaron las muestras del licor decomisado al Ministerio de Salud para que sean analizadas por sus laboratorios.

El funcionario dijo que no se ha registrado ningún caso de intoxicación en la capital, pero que con la cantidad de licor decomisado no se puede descartar la amenaza.

“De hecho, estos operativos son previniendo que se dé algún caso en la ciudad. Estamos sacando de circulación todo este aguardiente con el que se intoxicó toda esa gente en Siguatepeque”, indicó.

Las confirmaciones de las muertes por ingesta de metanol por parte del Ministerio Público abrieron la posibilidad de intervenir las destilerías en la capital.

Y es que en dos cadáveres a los cuales se les practicaron pruebas forenses fue encontrado el químico que les produjo la muerte.

Luis Navas, fiscal de Protección al Consumidor, señaló que aunque los operativos del MP están sectorizados en Siguatepeque, podrían apoyar

las acciones de la Alcaldía para evitar muertes en la zona central.

“La Alcaldía está autorizada para intervenir estos negocios de bebidas alcohólicas y de hecho sabemos que lo están haciendo. Es una buena medida en la capital”, comentó.

Asimismo, el Ihadfa se sumará a los intensos operativos en fábricas de este producto.

Sin control

Según el Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (Ihadfa), el no contar con una legislación que permita tener un control en la fabricación, venta y distribución de aguardiente pone en vilo la vida de los hondureños.

Rony Portillo, director de la entidad, indicó que ya es tiempo que Honduras tenga una Ley que regule esta actividad.

“Es preocupante ver cómo han fallecido estas personas, pero esto no es nuevo. En el país mueren una gran cantidad de personas por la ingesta de bebidas alcohólicas”, dijo.

A su criterio, no solo el metanol es mortal; el etanol y todos los alcoholes acaban con el ser humano de una manera más lenta, aunque los últimos reportes indican que el etanol ha reducido su sentencia de muerte a solo meses.

En ese sentido, urgió al Estado promover la ley que regule la fabricación de licores.

Para noviembre del año pasado se tenía un documento al respecto, pero no ha caminado en nada para ser ley.

La idea es establecer controles sobre la introducción de alcohol al país y una de las medidas es que solo debe entrar a través de una o dos aduanas.

Esto permitirá verificar el país del cual es importado, el lugar de almacenamiento y a las empresas que se les distribuirá el producto.

También busca evitar que los niños y jóvenes se expongan fácilmente al alcohol, al establecer que se exija un documento para comprobar que el comprador es mayor de 21 años.

En la ley también se plantea controlar la concentración de alcohol, puesto que el aguardiente, tequila y vodka tienen entre 45 y 48 grados reales, y la cerveza entre 6 y 11 por ciento del alcohol.