Texas, Estados Unidos
Cada día, los inmigrantes indocumentados que residen en Estados Unidos son víctimas de persecución directa debido a las nuevas políticas aplicadas en varios estados de ese país.
Uno de ellos es Texas, donde la situación migratoria podría empeorar a raíz de la aprobación de la denominada ley antiinmigrante SB4, promulgada por el gobernador Greg Abbott.
Esta normativa, que entrará en vigencia a partir del 1 de septiembre, prohíbe las ciudades santuario y permite a los agentes de policía que detienen a un inmigrante investigar su estatus migratorio.
Las ciudades santuario impiden que las autoridades puedan enjuiciar a inmigrantes que solo cometieron una falta administrativa, como ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
Jorge Rivera, miembro de la organización Hondureños Unidos de Dallas, Texas, contó a EL HERALDO que muchos compatriotas ya comenzaron a huir a otros estados.
“En estos meses también van a haber caravanas de la gente que ya está saliendo para Los Ángeles y Nueva York, buscando un nuevo sendero (para) los indocumentados”, informó.
Se estima que Texas alberga a aproximadamente 90 mil hondureños entre naturalizados, personas con visa de estudiantes o de trabajo, residentes permanentes y los compatriotas que están bajo estatus de refugiados o asilo.
Ley aplica a deportados
Para Gerardo Simón, supervisor consular, la nueva disposición antiinmigrante no afectaría a todos los compatriotas.
“Esto solo aplica si ya tiene una orden de deportación pendiente”, mencionó, pues los policías no pueden burlar el resto de las leyes vigentes. Hasta la fecha, Honduras registra 16,322 hondureños retornados desde México y Estados Unidos.
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