Tegucigalpa, Honduras.-Al menos cuatro hondureños han sido capturados en las primeras redadas realizadas en el gobierno de Donald Trump, según informó este jueves 23 de enero el abogado José Tercero Midence.
“El oficial de inmigración habló de al menos cuatro hondureños” que fueron detenidos en Boston, afirmó el profesional del derecho a Hoy Mismo.
Cancillería hasta el momento no se ha pronunciado al respecto, pero están investigando con los consulados para confirmar estas capturas.
“Todavía no se contabilizan cuántos exactamente, pero sí están al menos cuatro hondureños, especialmente por el tema de la violación por fuerza y con violencia frente a una mujer”, detalló.
Sobre lo que pueden hacer los compatriotas detenidos, el profesional del derecho mencionó que los “hondureños tienen derecho de volver a Honduras deportados. ¿Por qué? Porque acaba de pasar también la famosa ley de Laken Riley, y esa ley le permite a los oficiales de inmigración el arresto y la detención”.
“Una vez que (los agentes) comprueban que esas personas han sido ilegales en Estados Unidos, no existe ninguna defensa en este caso, porque el delito es inadmisible y es deportable”, explicó.
Más de 300 detenidos en primeras redadas
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), detuvo el martes, en el primer día completo bajo el mandato de Donald Trump, a 308 inmigrantes considerados “graves criminales”, según aseguró este miércoles Tom Homan, “zar” de la frontera del nuevo gobierno.
”Algunos de ellos eran violadores, otros asesinos, algunos habían abusado de niños. ICE está haciendo su trabajo. Está priorizando, tal y como el presidente dijo que haría. Está haciendo su trabajo de forma excelente sobre el terreno y continuará haciéndolo cada día”, indicó en la cadena Fox News.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), encargado de hacer cumplir las leyes migratorias, no ha dado aún información sobre estas presuntas detenciones.
Trump asumió el poder este lunes y enfatizó entonces que iba a cumplir su promesa de campaña de llevar a cabo la mayor deportación de migrantes en la historia del país.
En ese primer día al frente también declaró una “emergencia nacional” en la frontera con la que autorizó el uso de las fuerzas militares en la linde con México para “asegurarla”y repeler “formas de invasión”, incluyendo la migración hacia EE.UU. y el tráfico de drogas.
Su documento también ordenó a las autoridades “deportar inmediatamente” a todas las personas que entren de manera irregular en EE.UU., avanzando que se restaurarán las deportaciones en caliente.