Honduras

Una dulce tradición que cautiva

Las colaciones y africanos se elaboran desde hace varias décadas en la comunidad.

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01.06.2013

Son dulces que conquistan el paladar de nacionales y extranjeros, pero que son propios de Comayagua.

Elaborados con azúcar, canela, limón y yema de huevo, ingredientes que al mezclarse y cocinarse se transforman en las confituras llamadas colaciones y africanos.

Las golosinas han cautivado a generaciones y aún están presentes en la mesa de las reuniones más importantes de la comunidad.

Los antiguos moldes son solo el reflejo de las décadas que han transcurrido en la cocina de María Argentina Perdomo, de 75 años.

La señora desde hace más de 50 años se ha dedicado a mantener la tradición de los dulces artesanales propios de Comayagua.

Y es que son ofrecidos como obsequio a distinguidas personalidades que visitan la ciudad colonial. La veterana artesana es la única que en la actualidad se dedica a elaborar este tipo de confituras.

“Las colaciones llevan azúcar y limón y los africanos contienen azúcar, canela y yema de huevo, así que son fáciles de hacer”, dijo Perdomo.

Este tipo de dulces son además los que llevan más tiempo de preparación, ya que son figuras que requieren ser decoradas y colocadas en un palillo forrado con papelillo.

El costo por unidad de las colaciones es de cinco lempiras y los africanos tienen un valor de tres lempiras.

“Los moldes de madera que tengo para preparar este tipo de dulces pertenecieron a mi madre”, agregó.

Historia

En la comunidad años atrás una decena mujeres se dedicaba a comercializar los dulces, pero en la actualidad solo ha quedado Perdomo.

La práctica de cocinar los deliciosos dulces fue heredada a Perdomo por su madre.

En sus inicios la receta llegó a las manos de la septuagenaria por una necesidad de generar ingresos al hogar junto con su progenitora.

“Al salir de clases de la Escuela Rosa de Valenzuela, donde estudiaba la primaria, me esperaba mi mamá con una canasta repleta de dulces que debía vender en las calles”, recordó la entrevistada.

La misma labor desarrollaban sus dos hermanos, faena que se extendía hasta las primeras horas de la noche, con tal de venderlos en su totalidad.

De forma posterior, luego de formar su propio hogar, Perdomo decidió continuar el mismo oficio y es así como ha mantenido viva la tradición.

Ayuda

Debido a la gran demanda de pedidos, Perdomo se vio en la necesidad de revelar la receta a varios de sus empleados, que en la actualidad le colaboran en la repostería que logró abrir unos años atrás.

“Este oficio ha sido parte de mi vida, y lo haré hasta donde pueda, además espero que esta tradición no se pierda”, expresó.

En la actualidad la mayoría de los dulces que fabrica la señora son por encargo, en especial de escuelas y las autoridades del gobierno local.

“Los pedidos que recibo son para eventos especiales para ser obsequiados a personalidades nacionales e internacionales que visitan la ciudad”, aseguró.

En el caso de las escuelas, la entrevistada manifestó que hacen pedidos de más de 500 dulces para sus eventos.

El último encargo que recibió fue preparar unas bandejas de dulces para el embajador de México, Víctor Hugo Morales, y su comitiva en su primera visita oficial a Comayagua.

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