Tegucigalpa, Honduras.- El general en condición de retiro, Romeo Vásquez Velásquez, rompió el silencio desde la clandestinidad luego de que la Policía Nacional divulgara que aumentó a tres millones de lempiras la recompensa ofrecida por información que conduzca a su captura.
"Pongan el precio que quieran... ¿Tanto miedo me tienen?", desafió Vásquez Velásquez quien es acusado por la Fiscalía de Honduras de ordenar el crimen del joven Isy Obed Murillo en el marco de las protestas contra el golpe de estado de 2009.
En un comunicado divulgado en sus redes sociales, el exjerarca militar manifestó: "hoy lo digo con claridad: no me van a doblar. No me van a callar. No me voy a rendir”.
El exjefe del Estado Mayor Conjunto calificó como “narcosocialista” al gobierno de turno y denunció que la constante alza en la recompensa por su cabeza es reflejo de desesperación.
“¿Creen que el dinero les dará razón? ¿Autoridad moral? ¿Justicia?”, cuestionó. “No señores. No se compra la verdad. No se compra la conciencia. Y mucho menos se compra el amor a Honduras”, expresó.
Reiteró que lo que enfrenta no es un proceso legal, sino una ofensiva política disfrazada de justicia.
Este show no es justicia. Es persecución política. Es miedo disfrazado de ley. Es terror disfrazado de orden”, afirmó.
Aseguró también que su lucha está dirigida a defender a los sectores más vulnerables: “Estoy luchando por los que no tienen voz, por los que aguantan hambre, por los que trabajan sin rumbo, por los jóvenes que ya no creen en nada, por las madres que lloran en silencio”.
Advirtió que no se encuentra solo y que cada intento de neutralizarlo fortalece el espíritu de resistencia.
“Mientras ellos aumentan la recompensa, también aumentan el odio, la división y la vergüenza. Pero también crece algo más fuerte: la esperanza. La dignidad. La convicción de que esto tiene que cambiar”, declaró.