Las autoridades de la Secretaría de Seguridad llegaron a la conclusión de que la única forma de desarticular al “Cartel de La Granja” era ordenando el retiro de todos los oficiales y agentes de la escala básica.
La Unidad de Investigación de EL HERALDO denunció la semana pasada la existencia de una red de policías dedicada al robo de vehículos, asaltos a mano armada, robo de vivienda, extorsiones, narcomenudeo y sicariato. Esta red la integran oficiales y agentes de la policía.
Los investigadores detectaron la participación de uniformados porque el patrón criminal en todos los delitos apuntaba hacia la misma policía.
Para el caso, los robos de vehículos se daban día de por medio, es decir, cuando los miembros de la red policial salían francos (día libre). Todos los afectados aseguraban que los responsables de estos robos eran sujetos con apariencia de policías y diestros en el uso de armas.
Esta semana EL HERALDO reveló que por cada carro robado el “Cartel” recibía 50,000 lempiras,
5,000 lempiras por moto -el doble si era de marca o modelo reciente- y 40,000 lempiras por sicariato.