Honduras

¿Qué pasaría si no hay consenso para elegir la Corte Suprema de Justicia?

14.01.2016

Tegucigalpa, Honduras
Las negociaciones orientadas a lograr la mayoría calificada para nombrar una nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ) todavía no llegaban la noche de este jueves a acuerdos satisfactorios.

Las reuniones privadas, las propuestas, las llamadas telefónicas y hasta mensajes intimidatorios seguían hasta anoche caracterizando el ambiente político dando la impresión de que la elección de magistrados no se diferencia mucho del pasado reciente.

Quizás la única diferencia es que mientras en el pasado a estas alturas los partidos tradicionales ya se habían repartido el “pastel jurídico”, esta vez otras fuerzas políticas entran en contienda.

La polarización de fuerzas ha permitido que partidos como Libertad y Refundación (Libre), que encabeza el expresidente Manuel Zelaya, considere esta como una coyuntura histórica para pedir reformas políticas. Si hoy no las consigue las posibilidades se reducirán a la mínima expresión.

A esta demanda se ha sumado el Partido Anticorrupción (Pac), pero su máximo líder, Salvador Nasralla, no ha sido claro como Zelaya para pedir reformas a cambio del voto.

¿Que pasaría el día de la elección?

De no haber consensos, el Congreso Nacional tiene que someter a votación la elección porque así lo ordena la Constitución de la República que le da a la Comisión Nominadora la opción de entregar el listado de 45 aspirantes “el día 23 de enero como plazo máximo, a fin de poder efectuar la elección el día 25 de enero”.

Si no hay negociaciones, ese día podrán ocurrir dos escenarios que pueden resultar históricos por el nivel de debate que seguramente tendrán.

La Carta Magna (que no establece negociaciones previas) dice que “los magistrados de la Corte Suprema de Justicia serán electos por el Congreso Nacional con el voto favorable de las dos terceras partes de la totalidad de sus miembros, de una nómina de candidatos no menor de tres por cada uno de los magistrados a elegir. Presentada la propuesta con la totalidad de los magistrados, se procederá a su elección”.

Si no hay negociación, esta propuesta presentada vía decreto no prosperará porque, con la abstención de los diputados del Pac y Libre, si mantienen postura unánime, no será posible alcanzar la mayoría calificada de 86 votos.

Entre Pac y Libre hay 44 diputados, de manera que el resto de partidos, a excepción del Pinu, solo completarían 83 votos (faltarían 3 para la mayoría calificada).

El segundo escenario el día de la votación
Fracasado el primer intento, la misma carta fundamental (artículo 311) establece que “en caso de no lograrse la mayoría calificada para la elección de la nómina completa de los magistrados, se efectuará votación directa y secreta para elegir individualmente los magistrados que faltaren, tantas veces como sea necesario, hasta lograr el voto favorable de las dos terceras partes”.

Habría que definir qué se entiende por “votación directa y secreta”. El sistema electrónico que tiene el Congreso no permite que la votación sea secreta (porque deja huellas), de manera que se tiene que utilizar otro método que tampoco puede ser el de “levantar la mano” porque es visible. ¿Cuál sería?, ¿el papelito?.

Como en este segundo escenario el voto es individual, no se descarta que más de algún diputado de Libre o Pac decida desafiar la línea del partido y votar motivado por otras causas. Para que haya nueva corte solo se necesitarían tres votos adicionales a los 83 de los que se ha venido hablando.

Los mismos políticos sospechan de dos diputados de Libre y cuatro del Pac pueden prestarse a este juego. En el caso de Libre, el expresidente Zelaya reveló que tiene identificado a uno, pero no dio mayores detalles.

La estrategia
Fuentes consultadas por EL HERALDO al interior de los partidos Libre y Pac apuntan a que estos partidos, en caso de no haber acuerdos en función de reformas electorales, podrán abstenerse de votar, pero sin abandonar sus curules.

La idea de no abandonar sus curules tiene como finalidad evitar que la directiva los llene de suplentes y de paso vigilarse mutuamente para que ninguno de sus diputados se salga de la línea. De hacerlo corre el riesgo de ser denunciado y expulsado.

Al no haber mayoría calificada en los dos escenarios arriba apuntados, continuarán los actuales magistrados a la luz del artículo 80 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo, que dice: “Los funcionarios que elige el Congreso Nacional de la República, cuando concluya el período para el que fueron electos y no se hayan designado sus sustitutos, permanecerán en sus funciones hasta que se realice dicha elección”.

Pero, qué es primero: ¿una ley secundaria o la Constitución?

Las propuestas y respuestas
El expresidente Manuel Zelaya y el actual gobernante Juan Orlando Hernández pusieron este miércoles un ingrediente a este ambiente de propuestas al revelar que en más de una ocasión se han reunido para abordar el tema de las reformas políticas. Sin embargo, por lo menos hasta anoche, no había acuerdos por los intereses que hay en cada partido político.

Al Partido Nacional no le conviene mucho la segunda vuelta electoral porque, en caso de no ganar la mayoría absoluta en la primera contienda, no tiene asegurada la victoria en la siguiente elección; Libre demanda representantes en los organismos electorales, lo cual tampoco es del agrado del Partido Nacional y probablemente del mismo Partido Liberal, que preferirían continuar con un partido minoritario como “fiel de la balanza” en estos entes, según una fuente consultada por EL HERALDO.

“Es muy difícil que haya acuerdos sobre reformas electorales porque mientras el Partido Nacional quiere reelección, los partidos de oposición no la aceptan; mientras los partidos de oposición quieren segunda vuelta el Partido Nacional no y mientras los partidos Libre y Pac desean representantes en el Tribunal Supremo Electoral y en el Registro Nacional de las Personas, el Partido Nacional y el Partido Liberal no quieren”, expuso.

A Libre y al Pac más les interesan las reformas políticas que conseguir magistrados. Un miembro del Partido Liberal dijo a EL HERALDO que este instituto político ya tiene asegurados por lo menos siete magistrados, pero de nada le sirve si Pac y Libre no respaldan la elección.