Oficiales narcosicarios que permanecen en posiciones de mando dentro de la Policía Nacional han comenzado a enviar mensajes para que 'no se metan con ellos'.
Según fuentes consultadas por la Unidad de Investigación de EL HERALDO, estos oficiales y policías corruptos tendrían participación en los crímenes selectivos que en la última semana han conmocionado a la población.
Los ataques siguen el mismo patrón criminal y han tocado a personajes o instituciones generadoras de opinión pública.
En el caso del atentado a la diputada Marcia Villeda, quien está ligada a medios de comunicación y tiene incluso un programa de televisión, el objetivo fue la intimidación y se cometió en horas de la noche.
Igual patrón criminal se observó en el atentado a diario La Tribuna, el cual tuvo como objetivo principal la intimidación, aunque en el mismo resultó herido un guardia de seguridad. El pasado martes la periodista Luz Marina Paz Villalobos fue atacada por sicarios y perdió la vida junto a su conductor.
El atentado se cometió en horas de la mañana cuando las víctimas se conducían en un automotor. El crimen generó conmoción en la sociedad.
Un día después, en horas de la mañana, el exasesor en materia de seguridad y excoordinador de Lucha contra el Narcotráfico, Alfredo Landaverde, fue atacado cuando se conducía en su vehículo junto a su esposa.
Landaverde murió casi al instante mientras su esposa, Hilda Caldera, logró sobrevivir.
Este crimen también conmocionó a la sociedad y obligó a las autoridades de gobierno a aprobar medidas contundentes contra la inseguridad.
Todos los atentados se perpetraron en medio de la Operación Relámpago y en los cuatro casos no hay capturas, lo que propicia y acrecienta el clima de impunidad que hay en el país.
La confabulación
Según la fuente consultada, que pidió el anonimato, estos mensajes a la sociedad son enviados por oficiales y expolicías coludidos con el crimen organizado.
Aunque las autoridades saben quiénes son, no se toma aún la decisión de separarlos de la institución.
El objetivo ha sido atacar objetivos específicos, con el afán de provocar conmoción y lograr acallar las voces de quienes denuncian la podredumbre policial y exigen una intervención inmediata de la Policía Nacional.
Algunos de estos oficiales, cuyos nombres no se revelan, hay oficiales de alto rango que han tenido 'las posiciones perfectas para convertirse en jefe de sicarios', dijo la fuente.
De hecho, varios casos siguen en la impunidad precisamente porque hay oficiales que han obstruido las investigaciones.
La semana pasada, Leslia Portillo, esposa del general Arístides González, quien fue asesinado hace dos años, reiteró que quienes asesinaron a su esposo fueron policías.
Estos policías habrían salido en motocicletas desde el escuadrón Cobras y una vez logrado su objetivo (el acto criminal) , las motos fueron depositadas en Casamata. Dos años después del asesinato, el caso sigue en la impunidad.
El pasado 7 de diciembre, Portillo dijo: 'A dos años que mañana... el héroe Julián González cumple dos años de su desaparecimiento, ¿qué ha hecho el Ministerio Público? Se sabe y se está seguro de que fueron los policías que mataron a mi esposo y la moto, inmediatamente que hicieron eso, fueron a encerrarla a Casamata'.
'No está en los expedientes, todo mundo sabe quién tiene el expediente, pero no lo abren, ¿por qué? Por mi seguridad y la de mis hijos, no puedo decir nada, estoy sola, no tengo seguridad, pero se sabe, el señor fiscal general sabe, tiene el expediente, los detectives de la DLCN saben, que dijeron que había sido un narcotraficante que lo mató, no es verdad, las personas que mataron a mi esposo son de la policía', reafirmó Portillo.
'Soy víctima de continuas amenazas de personas que me llaman, que llaman a mi teléfono por más que cambie el número de teléfono, siempre investigan cuál es mi número de teléfono, me mandan mensajes, que entregue expediente, que entregue USB, que entregue cualquier cantidad de documentos que supuestamente mi esposo dejó en mi casa', relató.
De acuerdo a lo expresado por la fuente consultada por EL HERALDO, estos oficiales coludidos con el narcotráfico han tenido autoridad para sacar y contaminar evidencias, incorporar indicios falsos y reorientar investigaciones de homicidios en casos donde había miembros de las bandas involucrados.
Curiosamente, oficiales que han sido investigados y hasta suspendidos por nexos con el narcotráfico siguen en la institución.
'Todo el sistema está diseñado para que prevalezca el ambiente de miedo a los oficiales narcosicarios', dijo la fuente consultada por EL HERALDO.