La situación del Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (Inprema) es grave y no es momento de ceder a intransigencias de grupos interesados en intereses particulares, señaló en las últimas horas la junta interventora de la institución, cuya participación en el rescate financiero rechaza la dirigencia magisterial
'El país no puede retardar la toma de decisiones trascendentales para el bienestar de la sociedad en general, por lo que no es razonable sacrificar a más de 13 mil jubilados, 70 mil maestros y 8.5 millones de hondureños por atender intransigencias de un grupo reducido en cuya agenda no está el desarrollo del país', manifestó en cadena nacional de radio y televisión, Roberto Jerez, presidente de la interventora.
La comisión emitió un comunicado en el que responde a declaraciones públicas de la dirigencia magisterial que 'han creado confusión entre pensionados y participantes activos del instituto'.
La junta, nombrada para sanear las finanzas del Inprema, reporta un déficit actuarial superior a los 79 mil millones de lempiras, lo que equivale a más de tres veces la deuda interna nacional.
'Esto significa una situación grave, que además de interesar a los propios afiliados del instituto, importa también a la población hondureña en general, por ser el Estado de Honduras el principal aportante de dichos sistemas, con recursos de los impuestos que paga la ciudadanía', sostuvo Jerez.
La Comisión Nacional de Banca y Seguros de Honduras (CNBS), que encabeza la comisión, establece además que 'las reservas actualmente constituidas y las contribuciones al régimen que hoy en día se realizan, son insuficientes para cumplir beneficios que suponen retiros desde los 50 años de edad con solo 10 años de cotización'.
Aclara además, que el anteproyecto de ley presentado al Ejecutivo no propone 'en ningún momento', el aumento de la edad normal de retiro o tiempo de servicio para los afiliados del Inprema.
La propuesta, según Jerez, contempla como edad normal de retiro, 'la que ya hoy en día representa la edad promedio de jubilación en el Inprema: 56 años de edad y que será gradualmente aumentada hasta los 59 años'.
Tampoco se contemplan cambios en la estructura de beneficios del Inprema, que afecten o disminuyan los beneficios otorgados a los participantes que ya gocen de un beneficio 'por el contrario, lo que se pretende es alcanzar la solvencia patrimonial del instituto, para garantizar la perpetuidad en el otorgamiento de los mismos e inclusive, mejorar la cobertura familiar vigente', agregó.
Según estudios practicados por la CNBS, Inprema y expertos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de no implementarse las medidas sugeridas a través del anteproyecto de ley, 'las reservas actualmente constituidas empezarán a agotarse en términos reales a partir del próximo año'.
Lo anterior derivará en un incumplimiento 'de forma vitalicia, en el otorgamiento de las pensiones a actuales y futuras generaciones'.