Sobreviviente del hongo negro
Sobreviviente del hongo negro
Tegucigalpa, Honduras.- El sistema sanitario de Honduras reportó el fallecimiento de una mujer adulta a causa del hongo negro.
La paciente, quien fue atendida en el Hospital Escuela, no logró ser estabilizada debido a que, según los médicos, llegó en un estado crítico.
Su muerte se suma al deceso de otros seis hondureños, entre los que destaca una niña de tres años, quienes no pudieron ser rescatados de la mucormicosis, una infección rara pero peligrosa que ingresa al cuerpo a través de un corte, raspón, quemadura u otro tipo de traumatismo en la piel.
Sandra Montoya, jefa del Laboratorio de Microbiología del Hospital Escuela, detalló que cada caso proviene de una región distinta del país, pero ninguno es de la capital.
“Tenemos pacientes que han llegado de otros hospitales en etapas donde ya no se puede hacer mucho; los médicos han trabajado en diagnósticos y con equipos multidisciplinarios, pero aún no han logrado ayudar”, informó la especialista.
Además, cuestionó la labor de otros centros asistenciales que, pese a conocer los lineamientos, no logran derivar a tiempo a los pacientes afectados.
“Todos los hospitales tienen los lineamientos para detectar la mucormicosis, y está establecido que todo paciente con esta condición debe ser referido al Hospital Escuela”, señaló Montoya.
El hongo negro llegó a Honduras después del coronavirus o covid-19. En 2021, se reportaron 15 casos, mientras que en 2022 el número aumentó a 42, con 22 decesos.
En 2023 se confirmaron cuatro casos y dos fallecimientos, y en 2024 hubo más de 12 casos, con dos muertes, entre las cuales se destaca la de la niña de tres años, quien se presume que pudo haber fallecido entre diciembre de 2024 y enero de 2025, según lo informado por el Hospital Escuela.
Existen varios tipos de mucormicosis, dependiendo de la región del cuerpo que ataque, como la rinocerebral (sinusal y cerebral), pulmonar, gastrointestinal o la que afecta la piel.
Según estudios de universidades prestigiosas, exponen que el humano adquiere la mucormicosis al entrar en contacto con las esporas del hongo presentes en el aire y en el ambiente.
Esta enfermedad no es transmisible entre personas, pero aquellas con diabetes mellitus tienen un mayor riesgo de desarrollar la infección.
Asimismo, aquellos con leucemia, linfoma o que consumen altas dosis de esteroides también son más vulnerables, según los expertos.
Los síntomas de la mucormicosis varían dependiendo de la zona en la que crezca el hongo en el cuerpo.
Algunos de los más comunes son fiebre, tos, dolor en el pecho, dificultad para respirar, hinchazón en un lado de la cara, dolor de cabeza, congestión nasal.
También salen lesiones negras en la parte superior de la nariz o en el interior de la boca, dolor abdominal, náuseas, vómitos, sangrado gastrointestinal, sangre en las heces y diarrea.
El tratamiento de la mucormicosis debe ser rápido y agresivo, ya que, cuando se realiza un diagnóstico presuntivo, el paciente ya ha sufrido daños importantes en los tejidos, que no se pueden revertir.
La mayoría de los pacientes requieren tanto tratamiento médico como quirúrgico. Los expertos en enfermedades infecciosas aseguran que, sin un desbridamiento quirúrgico agresivo del área infectada, la probabilidad de muerte es alta.
Los medicamentos antimicóticos desempeñan un papel fundamental en el tratamiento. Se buscan dos objetivos principales: retardar o detener la propagación de los hongos y tratar las enfermedades subyacentes debilitantes.
Para prevenir la mucormicosis, es importante practicar una buena higiene, controlar las condiciones de salud subyacentes, mantener niveles óptimos de azúcar en sangre y limitar el uso de esteroides.
Aparte, se pide al paciente mantener una buena higiene bucal, minimizar la exposición a esporas ambientales, proteger las heridas abiertas, utilizar equipo de protección personal y buscar atención médica inmediata si se presentan síntomas.
Es crucial estar atento a las señales de esta peligrosa infección y actuar con rapidez ante cualquier sospecha.
