Honduras

Moneda en el aire

    18.06.2017

    El panorama político de nuestra Honduras irredenta es, cada día, más sombrío.

    Se abrieron las compuertas de esta carrera cuatrianual de caballos desbocados (no mal interpreten, me refiero al evento, no a los participantes); carrera en persecución de la gran copa presidencial y el resultado de la misma es cada día mas incierto.

    En un carril, un competidor oficialista que lleva grabado en su montura, como identificación, el no muy agraciando nombre de “VEN CON IRA” que significa ventajismo, corrupción, nepotismo, irrespeto a la ley y abuso, entre otros.

    En los demás carriles corren otros jinetes improvisados, sobre corceles famélicos, sin experiencia en contiendas de esta envergadura, dándose mordiscos unos con otros porque los tapaojos les quedaron muy grandes y les impidieron ver con claridad la meta donde reposa el triunfo electoral.

    No pudieron diseñar una estrategia inteligente que les hubiese permitido derrotar con suma facilidad al jinete desprestigiado del continuismo.

    ¡Qué lástima! El competidor que más garantizaba el triunfo entró a la contienda con dos patas medio sanas y una tercera cojeando.

    Nunca entendieron que para ganar había que correr completos con cuatro extremidades, veloces, fuertes, briosas.

    Al final las apuestas solo señalan un perdedor, el pobre pueblo hondureño, que como siempre podría estar a punto de volver a colocar sus fichas a favor de un caballo perdedor. Gana o pierde se llama el juego.

    Dios nos libre de este vicio de equivocarnos siempre en la escogencia de nuestro liderazgo político. Que el Señor nos guíe la mano al tomar el marcador y colocar la X en la boleta electoral.

    Solo así habrá esperanzas de derrotar a los chupacabras que nos han extraído la sangre y matado las esperanzas durante tantísimos años de alcanzar los niveles de superación que el pueblo hondureño tanto ansía y bien merece.