La creatividad, tomada de la mano de una buena dosis de conocimiento, son los únicos dos ingredientes que ha ocupado la familia Bonilla, que por espacio de más de una década se ha dedicado a construir el sustento de centenares de familias más. Se trata de pequeñas embarcaciones de fibra de vidrio que los miembros de la familia Bonilla Alemán realizan y que son muy buscados por los pescadores de la zona sur y hasta de El Salvador.
Pura fibra
La tela de fibra de vidrio es la materia prima principal para construir las embarcaciones que utilizan miles de pescadores en el Golfo de Fonseca.
José Visitación Bonilla es el jefe de familia que dirige la microempresa de fabricación de lanchas “Maritcita”, y recordó que él nació como fabricante de lanchas en las zonas costeras de El Salvador y luego se trajo ese arte para el municipio de Nacaome, donde vive con su familia.
Esto es un arte ya que hay que tener un buen gusto para fabricar estas lanchas y que tengan un buen acabado, dijo el fabricante.
Bonilla explicó que ya tiene más de una década de dedicarse a esta actividad, la que comenzó solo y luego se unieron sus hijos realizando algunas actividades como la decoración de la lancha, los pulidos y ahora ya toda la familia trabaja.
“Soy un artesano de lanchas y es lo que he hecho por más de 20 años”, recordó. Don José dijo a El Heraldo que sus clientes son pescadores que ocupan sus lanchas para trabajar, así como gente que las usan para paseos en alta mar.
El paso a paso
El artesano lo que necesita para la construcción de una lancha es tela de fibra de vidrio, resina, pintura, pigmento y los moldes del modelo que se desea fabricar.
Al tener estos materiales se mezclan y luego comienza la construcción de la lancha que lo hace sobre el molde del modelo que se desea construir, explicó Bonilla.
Luego se deja secar por varios días en el molde y al estar seco se le echa agua para despegar el producto del molde. Es así que se forma la primera embarcación.
El especialista en lanchas dijo que después de eso se pule la estructura de fibra y luego se le dan los últimos detalles como la pintura y los dibujos que ha pedido el propietario. Son 12 días los que ocupa el constructor de lanchas para terminar la obra en cualquiera de los modelos.
Según el fabricante de lanchas, hay cuatro tamaños que son las más comunes porque se quieren para trabajar en la pesca artesanal.
Selvin Bonilla Alemán es el hijo mayor de don José y es su mano derecha, ya que puede construir lanchas en su totalidad, por lo que “ahora solo me toca supervisar la calidad del trabajo”.
A las labores también se une Williams Bonilla Alemán, que es el hijo mediano del artesano y él se encarga de la pintura y decoración de las lanchas.
Materiales
Par la fabricación de las lanchas de 20, 22 y 24 pies ocupa alrededor de 175 libras de fibra de vidrio y 20 galones de resina.
Don José cuenta con unos 10 moldes diferentes para fabricar lanchas para los pescadores y otras personas que quieran este tipo de producto.
Los clientes en su mayoría son de las comunidades costeras de Guapinol, Punta Ratón, Boca del Río Viejo y Cedeño, en el municipio de Marcovia, en el departamento de Choluteca.
Además de las comunidades de Puerto Grande, El Novillo, La Flor en el municipio de Amapala, expresó el artesano.
Bonilla dijo que ya está llegando con lanchas fabricadas a varias comunidades costeras de El Salvador donde piensa establecer otro mercado para que su trabajo se pueda vender en otros países.
El sueño de la Familia Bonilla Alemán es llevar sus trabajos a otros países con el apoyo del gobierno para tener una empresa mucho más grande y de calidad ya que él sabe que le trabajo que él y su familia realiza son de calidad.
