Las horas de la madrugada transcurrían con normalidad.
La tranquilidad era evidente en el escaso personal de seguridad que custodiaba la entrada que da acceso a la casa del ahora presidente de la República, Juan Orlando Hernández.
Sin embargo, esta quietud percibida en el frío clima matutino terminó al llegar las 4:00 de la mañana.
La primera visita que recibió la familia presidencial el día de la Ceremonia de Traspaso Presidencial fue la de Hilda Hernández, hermana del
Presidente de la República, quien llegó a la vivienda a las 4:08 de la mañana.
Minutos más tarde, las maquilladoras hicieron el ingreso a la lujosa residencial para comenzar a embellecer los rostros de la familia Hernández.
Un automóvil del cuerpo diplomático de Canadá también llegó a la residencial minutos antes de que la luz del sol iluminara la zona.
Así también una ambulancia de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) entró a la residencial como medida preventiva y de resguardo para la familia presidencial.
Llegada las 5:00 de la mañana, la seguridad de la zona cercana a la casa de Hernández fue extremada con el ingreso de cuatro camionetas con elementos de la Policía Militar y del escuadrón Cobras.
Minutos más tarde, cuatro motorizadas salieron de la lujosa residencial e iniciaron operativos continuos en la entrada principal de la colonia acompañados por elementos de la Policía Militar a bordo de varias camionetas Prado.
Exactamente a las 8:22 de la mañana, la caravana de seguridad pudo ser divisada en la entrada de la colonia.
En esta caravana fue trasladado hasta el Estadio Nacional el Presidente de la República acompañado de su esposa Ana García de Hernández, de sus cuatro hijos y de su madre.
En total siete camionetas, dos carros pick-up y una ambulancia conformaban la caravana de seguridad en la que se transportaban fuertemente armados los elementos de seguridad del Estado y de la Guardia de Honor Presidencial.
Previo a la salida de Hernández, los miembros de seguridad diseñaron una ruta para conducir a la familia que fue acordonada y señalizada por los miembros de la Policía de Tránsito y resguardada por miembros de los Cobras.
Así transcurrieron los primeros minutos del primer día de gobierno de Juan Orlando Hernández Alvarado.