Las pacientes con cáncer en las mamas pueden prevenir la mastectomía, si identifican a tiempo las tumoraciones.
En medicina, la mastectomía es el término médico que se utiliza para la remoción de uno o ambos senos de manera parcial o completa. En este proceso existen tres etapas diferentes.
Si se extirpa solo la glándula pero se conserva la piel de la mama, la areola y el pezón, se llama mastectomía subcutánea.
La extirpación de la mama completa, incluida la piel que la cubre, la areola y el pezón, se llama mastectomía simple.
La extirpación de la mama completa acompañada de los ganglios linfáticos de la axila y de porciones variables de los músculos pectorales se llama mastectomía radical.
Según la doctora Eda Sofía Cálix, subdirectora médica del Centro de Cáncer Enma Romero de Callejas, se han establecido rangos para practicar o no una mastectomía.
“En primer lugar si en la detección que no existe invasión se necesitan estudios de todos los organismos, en algunas ocasiones solo se quita el tumor, pero si existe invasión, la mejor medida es quitar la mama”, explicó Cálix.
La galena detalló que para cortar la mama el tumor debe ser más grande de cuatro centímetros, que son localizados en un cáncer de estadio avanzado.
Si el tumor mide entre dos y cuatro centímetros permanece en estado tentativo, es decir que dependerá de exámenes más profundos para determinar si es necesaria la remoción.
Cálix aseguró que las pacientes con tumores de tamaños inferior a los dos centímetros tienen una probabilidad del 96 por ciento para salvar su mama.
Detección
La mejor forma para evitar una mastectomía es la detección temprana de los tumores en las mamas e impedir la invasión o metástasis. Esta identificación puede lograrse a través del palpado. “Es necesario concientizar a las mujeres para que se realicen su palpado de mamas, este proceso de autoevaluación es recomendable a partir de los 20 años de edad y a partir de los 35 años está indicada la mamografía”, manifestó Cálix.
La subdirectora del centro explicó que este examen debe practicarse cada mes, de siete a ocho días después de la menstruación. “Se debe estar descubierto o desnuda, estar relajado y tienen que ver con el período menstrual, que no sea cerca de la menstruación, sino el séptimo o el octavo día después de la menstruación”, aseguró Cálix.
Agregó que “pueden hacerlo como lo hace un médico, colocando una mano atrás de la cabeza, luego con la otra mano hacer un ligero palpado y no abarcar solo la mama, sino que también la axila para ver si se toca alguna tumuración”.