Un nuevo capítulo de la historia política y democrática hondureña se comenzó a escribir ayer con la asunción del presidente Juan Orlando Hernández.
El noveno período constitucional, desde 1982, arrancó ayer con optimismo y esperanza, pero con un panorama sombrío desde el punto de vista económico y de seguridad.
La fiesta de transición de poder comenzó con el ingreso de los diputados del Congreso Nacional al Estadio Tiburcio Carías Andino al filo de las 7:30 de la mañana, aproximadamente.
Los parlamentarios habían comenzado, más temprano, el inicio de la primera legislatura de este período constitucional (2014-2018) en las instalaciones del Congreso, luego la trasladaron al Estadio para tomar juramento al presidente Hernández.
Una a una las delegaciones diplomáticas y organismos internacionales, que la pasada toma de posesión habían dejado solo a Honduras debido a la crisis política que sacó del poder a Manuel Zelaya Rosales, comenzaron a desfilar por la pista olímpica del Estadio y ocuparon sus lugares.
En las graderías, los simpatizantes del mandatario entrante también cumplían con su papel, aunque al final hubo ciertas partes que no estaban llenas en su totalidad.
A vencer al crimen organizado
Una vez instalada la sesión del Congreso en el Estadio Nacional, a la que no asistieron los diputados del partido Libertad y Refundación (Libre) porque protestaban en las calles, se comenzó con una invocación a Dios.
El arzobispo auxiliar de la diócesis de San Pedro Sula, en representación de la Iglesia Católica, Rómulo Emiliani, destacó la necesidad de que se combata el crimen organizado, la corrupción, la pobreza y las iniquidades sociales.
“Muchos han pisoteado esta tierra sagrada Honduras, han llevado los zapatos enlodados de corrupción y de violencia”, fustigó Emiliani.
“El pueblo hondureño clama su liberación de las garras del faraón por lo que pido que nos bendigas, sobre todo al nuevo presidente de Honduras Juan Orlando Hernández, dale coraje, ánimo, valentía, fuerza espiritual para conducirnos por el camino del bien”, rogó el arzobispo.
En representación de la Iglesia Evangélica habló el pastor Alberto Solórzano, quien elevó plegarias para que el Creador del Universo llene de sabiduría al nuevo mandatario.
Traspaso de mando
Juan Orlando Hernández salió de su casa de habitación a las 8:22 de la mañana. Antes de las 9:00 AM se encontraba en el Estadio Nacional y compartía escenario con el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, y el titular de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera Avilés.
También estaban en la mesa principal
su esposa Ana de Hernández y el presidente Porfirio Lobo Sosa.
A las 9:50 de la mañana llegó el momento cúspide de la ceremonia.
El presidente saliente, Porfirio Lobo Sosa, entregaba la banda presidencial al titular del Legislativo, Mauricio Oliva, quien a su vez delegó la tenencia temporal de la banda en las manos del secretario de la Cámara, Mario Pérez.
Luego, a las 9:52 de la mañana, el presidente electo el 24 de noviembre pasado con 1,149,302 de votos fue llamado para asumir la banda presidencial.
La algarabía entre los presentes no se hizo esperar. Las sagradas notas del Himno Nacional comenzaron a entonarse. Juan Orlando llevaba su mano derecha al corazón, la colocó sobre la banda presidencial al mismo tiempo que los aviones F-5 surcaban los cielos y con su estruendo hicieron más memorable el momento.
Una vez prestado el juramento, el presidente electo leyó su discurso, dividido en áreas temáticas: seguridad, migrantes, empleo e inversión, agradecimientos especiales, educación, eficacia gubernamental, economía, narcotráfico, lavado de activos y combate a la criminalidad en general.
Finalmente concluyó diciendo: “Yo soy Juan Orlando Hernández, de las tierras del indómito Cacique Lempira; con apoyo de la mayoría del pueblo, ¡soy el Presidente de Honduras!”.
Posteriormente fueron juramentados los tres designados presidenciales: Ricardo Álvarez, Rossana Guevara y Lorena Herrera.
A las 10:50 de la mañana el mandatario electo hizo revisión de las tropas de las Fuerzas Armadas de Honduras.
Y a las 11:08 dio su primera orden como mandatario de la nación, lanzó la Operación Morazán para que la Policía Militar y del Orden Público, junto con la Policía Nacional y su unidad TIGRES, combatan la criminalidad en el país.
Los dos pelotones que estaban en el Estadio abandonaron inmediatamente ese recinto deportivo.
De esta forma Juan Orlando Hernández se convirtió ayer en el noveno presidente electo por la vía democrática desde 1981 y el décimo en ocupar la titularidad del Poder Ejecutivo (considerando el tiempo que gobernó el expresidente Roberto Micheletti).