La Comisión de Reforma a la Seguridad Pública (CRSP) presentó anoche en el Congreso Nacional su posición en torno a la crisis en materia de seguridad.
La CRSP ha presentado dos informes al Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, en julio y noviembre de 2012, y está por ser entregado el tercer informe de avances de desempeño correspondiente a los meses diciembre de ese año y marzo del actual.
Aunque gobierno y Congreso afirman que la seguridad es tema prioritario, ni una tan sola recomendación de esos informes ha sido tomada en cuenta.
“En ninguno de ellos, esta Comisión ha certificado favorablemente las actividades y el desempeño de la DIECP”, cita la posición.
En dichos informes, la CRSP ha manifestado que ningún proceso de evaluación y depuración policial generará la confianza pública si no abarca a los jerarcas policiales responsables de la crisis por la que atraviesa actualmente la Policía Nacional.
La depuración debe ser un proceso rápido, efectivo y transparente, en forma descendente, que inicie por los altos jefes policiales destituidos desde la crisis de octubre de 2011 y concluya en los niveles básicos de la escala policial.
“Solo así será posible recuperar la confianza perdida y la legitimidad social, sin las cuales ninguna policía puede funcionar eficazmente”, dijo Jorge Omar Casco, coordinador de la CRSP.
Para la CRSP, las pruebas de confianza y el proceso de depuración en general deben estar orientados a proporcionar a la Policía un nuevo perfil ético, suficiente credibilidad pública y mayores niveles de eficiencia.
Por ello, en cumplimiento de sus funciones, esta Comisión ha sostenido reuniones con el Director de la DIECP y ha requerido informes para conocer los avances sobre la depuración y el nivel de cumplimiento de las recomendaciones hechas a través del diagnóstico realizado por expertos colombianos contratados con fondos del gobierno de los Estados Unidos en agosto 2012, según el cual “la estructura orgánica creada por la DIECP no es funcional, tampoco hay un plan estratégico, el talento humano es insuficiente, falta capacitación y existe duplicidad de funciones”.
En base a estos hallazgos, recomendaron realizar una reingeniería con el fin de lograr el cumplimiento de las metas planteadas en el Decreto 198-2011 que crea la DIECP.
Ningún proceso de reforma tendrá éxito si no se maneja de forma integral.
La Policía es el primer eslabón de la cadena en la administración de justicia; sin una Policía depurada y eficiente, el Ministerio Público (MP) no podrá formular las acusaciones criminales y el Poder Judicial no podrá emitir las condenas correspondientes.
Pero, a su vez, si no se depura el MP y el Poder Judicial no podremos reducir los altos índices de impunidad.
Todo proceso de reforma a la seguridad pública debe construirse sobre la base de la voluntad política y el compromiso de todos los actores involucrados. Esto incluye cambios en la legislación, procesos de depuración, reforma curricular, capacitación continua, infraestructura, equipamiento, incentivos, controles internos y externos, entre otros.
