El corte ilegal de bosque en el Parque Nacional de Comayagua
(Panacoma) no se ha detenido.
El delito continúa pese a las denuncias de los pobladores. De acuerdo con las autoridades del departamento de Aguas, de Comayagua, unas 20 manzanas de bosque del sector de Río Blanco han pasado a ser historia.
La tala indiscriminada mantiene en peligro la zona de reserva natural más importante del municipio de Comayagua.
Las últimas denuncias que se recibieron de la zona obligaron a las autoridades de la Fiscalía del Ambiente, el Instituto de Conservación Forestal (ICF) y representantes del Comité Interinstitucional a favor del Panacoma a realizar una inspección al sector oeste de la montaña.
En esta expedición se visitaron seis puntos donde se encuentran las partes más afectadas según denuncias.
En las zonas descombradas se pudieron observar los cortes de árboles, generados por los proyectos de electrificación, construcción de viviendas y cultivos de café.
Entre las especies de árboles más afectadas se encuentran el pino y el liquidámbar.
Al momento de la inspección se capturó a Sebastián Pineda, de 45 años, vecino del sector de Río Blanco, quien alegó tener permiso otorgado por la Unidad Municipal Ambiental (UMA); pero la documentación que presentó no cumplía con los requisitos de ley.
Junto al detenido se encontraba un grupo de personas a las cuales se les decomisó una sierra y varios machetes como pruebas de convicción.
Otro de los detenidos fue Gerson Carranza, de 21 años, al momento en que realizaba el corte de un árbol.
El Fiscal de Ambiente, Darwin Domínguez, pidió a los miembros del Comité Interinstitucional solicitar inspecciones permanentes en la zona con apoyo del Ejército.
Zonas
Los mayores daños están en tres puntos críticos: Ocotes Caídos, sector límite entre los municipios de Comayagua y San jerónimo; El Ciruelo y la comunidad de El Volcán.
En una reunión sostenida hace tres semanas, la junta directiva del comité propuso la construcción de tres casetas de vigilancia.
