San Pedro Sula, Honduras
Mostrando serenidad llegó ayer a los tribunales sampedranos Héctor Alejandro Medina Alcerro, alias “El Tío”, a quien la Fiscalía acusa del asesinato de tres de los nueve menores residentes en la colonia La Pradera.
Vestido con una pantaloneta gris, camisa azul y sandalias que le combinaban con la camisa, “El Tío” ingresó acompañado de la defensora pública a las 11:00 AM a la sala donde se celebró la audiencia inicial en su contra, que estaba programada para las 10:00 AM.
A Medina Alcerro, el Ministerio Público le presentó requerimiento fiscal por asesinato en perjuicio de los menores Anthony Osmán Castellanos Raudales (13), Luis Edgardo Hernández (13) y Kenneth Alejandro Castellanos Raudales (7); además se le acusó de asociación ilícita ya que él dijo ser miembro activo de la pandilla 18.
La Fiscalía de Delitos contra la Vida pide al juez de letras de lo Penal que le dicte auto de formal procesamiento y que siga recluido en el centro penal sampedrano, para que dentro de 60 días se lleve a cabo la audiencia de proposición de pruebas para elevar la causa a juicio oral y público.
Por la complejidad del caso, no se dio este martes la resolución a las partes que fueron convocadas para miércoles, en donde se les hará saber la decisión del juez.
Pero se espera que sea un dictamen favorable al Ministerio Público.
Lo hunden
Durante la audiencia judicial, el Ministerio Público presentó la declaración de testigos protegidos, quienes declararon ante el juez los actos cometidos por “El Tío” contra los hermanitos Castellanos Raudales y el niño Luis Edgardo Hernández.
Además se presentaron como medios de pruebas varios indicios hallados por los investigadores en la “casa loca” ubicada en la colonia Perpetuo Socorro, propiedad de “El Tío”, en donde, según declaración de un testigo protegido, llevaron a los menores privados de su libertad y los ataron, torturaron y mataron.
Según el expediente judicial, una pandillero de la 18 recluido en el presidio sampedrano fue quien ordenó el asesinato de los niños Anthony Osmán Castellanos y Luis Edgardo Hernández porque ambos ya no querían seguir como “punteros” colaborando con la pandilla.
El documento señala que los pandilleros de la 18 que raptaron a los pequeños en la colonia La Pradera esperaban a los “homies”, quienes se llevaron a los niños en el baúl de un turismo color verde sin placas a las cañeras en las cercanías del Estadio Olímpico, en donde los mataron a balazos.
Además se indica en el expediente que el niño Kenneth Alejandro Castellanos llegó a la casa de “El Tío” en una bicicleta a buscar a su hermano Anthony y que los pandilleros a base de engaños lo metieron a uno de los cuartos de la vivienda, en donde lo mataron a golpes.