Tegucigalpa, Honduras.- La plaga que mantiene en zozobra a los ganaderos por la pérdida de su ganado no solo representa una amenaza para los animales, sino también para los humanos.
La miasis es la enfermedad que en humanos es transmitida por el gusano barrenador, y Honduras ya reporta casos confirmados y muertes en investigación por sospecha de esta infección.
De acuerdo con las autoridades de la Secretaría de Salud (Sesal), hasta la fecha, Honduras ha confirmado un total de 27 personas afectadas por el gusano barrenador.
La jefa del Programa de Zoonosis de la Sesal, Reina Velásquez, informó que la mayor incidencia de casos se está registrando en 11 de los 18 departamentos del país.
Francisco Morazán encabeza la lista. Solo en el Distrito Central hay cuatro personas con la enfermedad, y en otros municipios cercanos se reportan tres casos más. A este departamento le siguen Olancho, Choluteca, Yoro y La Paz en el número de afectados.
Además, las estadísticas indican que tres personas han fallecido bajo sospecha de miasis. Sin embargo, la experta aclaró que las tres víctimas tenían enfermedades de base, por lo que se sigue investigando si la causa de muerte estuvo relacionada directamente con el gusano barrenador.
En Honduras, esta enfermedad está afectando en mayor medida a hombres, aunque también se han reportado casos en mujeres.
Las personas que viven en departamentos endémicos deben extremar medidas de prevención, cuidar sus heridas y evitar que las moscas depositen sus larvas en ellas, según recomiendan los expertos.
"La mayoría de los pacientes que padecieron miasis han evolucionado favorablemente, están bien y han sido dados de alta por el problema de miasis como tal", expresó Reina Velásquez.
La miasis es una enfermedad causada por la infestación de tejidos humanos o animales con larvas de moscas, como el gusano barrenador. Estas larvas se alimentan de los tejidos vivos, provocando lesiones que, si no se tratan oportunamente, pueden complicarse.
Entre los principales síntomas de la miasis se encuentran: dolor e inflamación en el área afectada, secreción purulenta o maloliente, sensación de movimiento bajo la piel y fiebre en algunos casos severos.