El analista Olban Valladares acusó que son “buitres de la política” los que han asesorado al presidente Porfirio Lobo para que impulse las reformas a la Ley de Telecomunicaciones.
“Los buitres de la política enfermaron al presidente (Porfirio Lobo), esos no se mueren jamás, son los mismos que rodearon al general Tiburcio Carías en los (años) cuarenta para que se reeligiera cuatro veces”, expresó en HRN.
Aunque no especificó quiénes son esos “buitres” que han mal influenciado al mandatario Lobo Sosa, aseguró que “el pueblo sabe quiénes son, ellos no sacan la cara, están detrás… enferman a Juan Orlando, al presidente Lobo, y lo hicieron también con Manuel Zelaya”, finalizó.
El excandidato presidencial pinuista dijo que estas reformas tienen ideólogos que no han dado la cara y que le gustaría que se identificaran para ser evaluados por la sociedad.
“Siempre he sostenido que hay que buscar a los ideólogos, no al que es vocero, que lo vemos en los medios defendiendo causas indefendibles, hay que buscar a los que están detrás y qué motivos los animaron… me gustaría saber quiénes son los de C-Libre, porque nunca han salido a luz quiénes son ellos”.
Sobre la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Ana Pineda, quien coordina la comisión que elabora el anteproyecto de las reformas, consideró que no se la ha permitido exponer su criterio sobre los pretendidos cambios y que solo se ha limitado a repetir lo que el gobernante le ordena que manifieste.
“Tampoco he escuchado a la ministra de Derechos Humanos, Ana Pineda, pronunciarse y decir qué es lo que ella piensa, no lo que le manda a decir el Presidente de la República (Porfirio Lobo)”, indicó Valladares. Al querer imponer una “ley mordaza”, el presidente Lobo recibirá el castigo del pueblo porque la sociedad “ ya no es el mismo de hace 10 años, este es otro pueblo, que está cansado y asqueado de tanto abuso”.
El mandatario, insistió Valladares, está dejando ir la oportunidad de ser el gobernante que impulsara reformas serias para mejorar las condiciones de vida de los hondureños.