Honduras

Gobierno saca a Juan Ferrera del Fonac y la tasa de seguridad

Al retirarlo de la coordinación del Fonac, gobierno quita del camino a un ciudadano que vigilaba con lupa cada centavo que se requería de la tasa de seguridad que pagan los hondureños.

07.04.2014

El manejo antojadizo de unos 1,000 millones de lempiras habría sido la causa por la cual el gobierno Lobo Sosa decidió quitar de la coordinación del Foro Nacional de Convergencia a Juan Ferrera.

Con esta determinación gubernamental, Ferrera automáticamente ha quedado fuera de la coordinación del fideicomiso de la tasa de seguridad, ya que ocupaba el cargo en representación del Fonac.

El cargo de coordinador sería ocupado por el ingeniero Luis Eveline.

Según informes obtenidos por EL HERALDO, sobre Ferrera había fuertes presiones del Poder Ejecutivo para que suscribiera un préstamo con la banca privada, con el fin de honrar peticiones de varias instituciones, los cuales suman más de 900 millones de lempiras.

Este préstamo no sería más que gastar por adelantado, en estos pocos meses que le faltan al gobierno, todo lo que se podría recaudar por concepto de tasa de seguridad durante el 2014.

Según lo revelado a EL HERALDO, muchas de las peticiones que han llegado al Comité Técnico de la Tasa de Seguridad no eran prioridad en materia de seguridad y por su monto deberían someterse a rigurosos procesos de licitación.

No se logró establecer si Ferrera respondió afirmativamente a estas solicitudes de fondos, que representarían mayor endeudamiento interno para el país.

Si se logró establecer que ha habido anuencia en la banca privada para otorgar los créditos, en virtud de que hay garantías absolutas en la recuperación, considerando que el 80 por ciento de los fondos por concepto de tasa de seguridad, se perciben a través del sistema financiero.

La separación intempestiva de Ferrera puede hacer pensar que este se oponía a la suscripción de ese crédito multimillonario. La decisión de separar a Ferrera se tomó el pasado martes en la asamblea del Fonac.

EL HERALDO dialogó con Ferrera. “Como el secretario ejecutivo (del Fonac) puede ir a la tasa de seguridad, entiendo que él (Eveline) va a ser el encargado de la tasa de seguridad por parte del Fonac, entonces también se desplaza la función que tenía yo de coordinador de la tasa de seguridad. Entonces, hay relevo en el Fonac y relevo en la tasa de seguridad”, confirmó Ferrera, quien cumpliría dos años al frente del Fonac.

Ferrera confesó que esperaba dialogar el asunto con el presidente Porfirio Lobo Sosa, sin embargo, la asamblea adoptó tal decisión.

“Creo que el presidente (Lobo) tiene todas las atribuciones de determinar cómo quiere la asamblea del Fonac y de qué forma quiere algunas decisiones en el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, eso tiene que ver mucho con la tasa de seguridad”, reveló.

Precisamente, ayer Ferrera le entregó a Eveline su oficina. Se evacuará un proceso para la entrega de informes.

EL HERALDO le consultó si su separación obedecería a una inconformidad en el gobierno de Lobo Sosa, por algo que se solicitó de la Tasa de Seguridad y no les fue satisfecho.

“Recibí buen trato del Presidente, pero aquí no solo se está en función de los intereses que tiene el señor Presidente, sino también todos los miembros del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional que tal vez quieren desarrollar sus proyectos de la manera como piensan”, contestó.

“Yo también puedo pensar que a veces uno tiene afincado terquedades o principios, no sé cómo llamarle ahora, cómo se calificarían ahora”, agregó.

Particularmente recuerda que se opuso mucho a la construcción de instalaciones deportivas en barrios y colonias con fondos de la tasa de seguridad, pero que después recapacitó.

“En esa función no es fácil estar determinando sobre qué cosas aceptar y qué cosas no aceptar con respecto a las demandas de recursos, puede haber sido que tal vez algunas cosas no fui tan así fácil de poder aceptar, bueno, ahí está el relevo, que es normal y es lógico”, manifestó.

Reafirmó que su gestión en la tasa de seguridad fue cumpliendo la normativa vigente, de manera transparente.

“Yo quise hacer un trabajo transparente, que pudiéramos ponerlo en la página web, que se conocieran todos los proyectos que estaban haciéndose con los recursos de la tasa de seguridad, creo que hay un trabajo en ese sentido y era aceptado por todos, espero que siga así, transparente”, valoró.

“Yo confío que su decisión pueda tener el resultado que desearía él (Lobo Sosa) y todos los hondureños de que logremos disminuir la inseguridad que hay en el país, eso es lo más importante”, concluyó Ferrera.

Entre 2012 y en lo que va de 2013 se recaudó por concepto de la tasa de seguridad 1,571.3 millones de lempiras y se han desembolsado 960.7 millones.

El fideicomiso de la tasa de seguridad tiene recursos disponibles por 610.7 millones de lempiras y podría cerrar (con las aportaciones de los últimos cuatro meses), el presente año con 800 millones.

Fuerzas Armadas exprimen el “tasón”

Aunque disponen del Presupuesto General aprobado para el ejercicio fiscal 2013, las Fuerzas Armadas han encontrado en la tasa de seguridad una jugosa fuente de ingresos.

Según la información recabada por EL HERALDO, las Fuerzas Armadas no usan su presupuesto para financiar la adquisición de nuevos vehículos, reparar helicópteros, contratar nuevos elementos uniformados y ni siquiera para alimentar a los soldados que participan en la Operación Libertad. Las Fuerzas Armadas han sacado recursos de la tasa de seguridad para comprar equipo logístico.

Solo entre Policía y Ejército han demandado para los nuevos proyectos recursos por casi 923 millones de lempiras de la tasa de seguridad.

Para el caso, ya se ha hecho una asignación de 24.5 millones de lempiras para la Policía Militar y alrededor de 89 millones de lempiras para contratar 1,000 nuevos efectivos militares.

Para la Policía TIGRES, dependiente de la Secretaría de Seguridad, se ha dispuesto también 24.5 millones de lempiras y 43 millones para adquirir 300 motocicletas.

El Operativo Libertad, que involucra a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, cuesta entre 15 y 16 millones de lempiras al mes, o sea, unos 500,000 lempiras al día. La pregunta obligada es: por qué se asignan estos recursos a las Fuerzas Armadas para gastos de alimentación si los mismos gastos se tendrían si los soldados estuvieran acuartelados en los batallones.