En mantenimiento
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Tegucigalpa, Honduras.-El gobierno destinó 63.1 millones de lempiras para el mantenimiento y pintura del avión presidencial, según el Informe de Seguimiento y Evaluación de la Ejecución Presupuestaria Física y Financiera al Primer Trimestre de 2025 de la Secretaría de Finanzas.
El documento detalla que la inversión se realizó a través de la empresa Optimal Avionics Services e incluyó trabajos de reparación de equipo, servicios de capacitación, combustible y almacenamiento de la aeronave presidencial Legacy 600 EMB-135B con matrícula FAH-001.
La remodelación del avión, que anteriormente tenía un acabado gris y ahora presenta un nuevo color dorado, ha generado cuestionamientos, pues contrasta con la promesa inicial del gobierno de vender la aeronave presidencial.
Desde mayo de 2024, el jet fue enviado a mantenimiento y hasta ahora regresado. Datos de Secretaría de Defensa establecen que la aeronave en tres años solamente realizó 27 vuelos y durante este gobierno ha sido utilizada para repatriar a compatriotas que fallecen en el exterior.
Los impedimentos para vender el jet presidencial Embraer Legacy 600/FAH-001 son múltiples. Aunque es una aeronave de altas capacidades ejecutivas, se ha convertido en una carga para el Estado, consumiendo recursos en mantenimientos y ocupando espacio en un hangar especial de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH).
El director de la Oficina de Bienes Nacionales, Luis Sosa, reconoció que el mantenimiento del jet “se convierte en un gasto porque este tipo de aparatos ya tienen periódicamente que ser chequeados para mantenerlos al día. Esto lo atiende una empresa en Estados Unidos y es dirigido y observado directamente por la Fuerza Aérea”.
Sosa explicó que hasta ahora no ha sido posible concretar la venta del avión presidencial porque la empresa de origen brasileño que entregó la aeronave se ha negado a entregar los documentos originales del costo, monto y características de adquisición, lo que impide inscribirlo como un bien estatal y, por ende, someterlo a subasta pública.
El funcionario también descartó que se haya ordenado una remodelación del avión, y aclaró que se trata de trabajos rutinarios de mantenimiento.
Señaló que “el interior del aparato es feo, parece un vagón, no tiene sentido. Yo logré sentarme cuando hice una inspección y me causó muy mala sensación. No creo que ni Juan Orlando Hernández lo utilizara regularmente, más bien pudo haber tenido otros usos irregulares”.
Con estas limitaciones, Sosa admitió que el avión no podrá venderse en la actual administración, mientras el Ministerio Público no concluya las investigaciones sobre su compra.
“Estamos esperando que se esclarezca la procedencia, los participantes de la adquisición y se sancione a los responsables de esta desfachatez, porque no podemos darle otro término a la compra de un aparato innecesario en un país tan pobre como el nuestro”, subrayó.
Agregó que la presidenta Xiomara Castro ha planteado la necesidad de que el Estado se deshaga del jet presidencial, pues no lo considera necesario para su gestión.