Atascada la venta del avión presidencial: ¿cuáles son las trabas?
Desde mayo del año pasado fue enviado a mantenimiento y no ha regresado. Datos de Sedena establecen que por cada mantenimiento de la aeronave se pagan 17 millones de lempiras, en tres años sólo realizó 27 vuelos.
- 10 de febrero de 2025 a las 00:00

Tegucigalpa, Honduras.- Los impedimentos para vender el jet presidencial, Embraer Legacy 600/FAH-001, son muchos. A pesar de ser una aeronave de altas capacidades ejecutivas, solo ha quedado consumiendo recursos en mantenimientos y ocupando espacio en el hangar especial que le construyeron en la Fuerza Aérea Hondureña (FAH).
La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus analizó cuáles son las trabas para ejecutar la venta de la aeronave —que fue promesa de campaña del actual gobierno—, así como el costo que representa para el país su mantenimiento sin operar.
Con base en la información proporcionada por la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), se constató que la presidenta Xiomara Castro no ha utilizado la lujosa aeronave, adquirida en la administración del expresidente Juan Orlando Hernández, preso en Estados Unidos por narcotráfico.
No obstante, se desconoce cuánto ha gastado la mandataria en el pago de boletos aéreos en los diferentes viajes realizados con sus comitivas, debido que no se encuentra la información en los portales de transparencia.
El Embraer Legacy 600 es una aeronave tipo Jet, ejecutiva, VIP, con capacidad para transportar 16 pasajeros de forma cómoda, más una tripulación de tres personas, incluyendo una azafata.
Tiene una autonomía de vuelo que le permite realizar conexiones transcontinentales sin escalas. Para el caso, el avión presidencial transportó vacunas contra la covid-19 desde Israel a Honduras en febrero de 2021.
En enero de 2024, las autoridades del gobierno anunciaron que la aeronave presidencial sería vendida por medio de una subasta pública, entre febrero o marzo del año pasado, pero la operación no ha logrado ejecutarse.
La Dirección Nacional de Bienes del Estado (DNBE), por medio de la solicitud de información No. SOL-DNBE-69-2025, de fecha 3 de enero del 2025, contestó las consultas sobre el estatus del proceso de venta de la aeronave presidencial realizadas por EL HERALDO Plus.
El argumento que mantienen las autoridades sobre el fracasado proceso es que la aeronave fue adquirida en un período de “oscurantismo administrativo”, en el cual no se constituyeron los mecanismos legales necesarios para la correcta acreditación de la transacción comercial antes referida.

Para vender la aeronave, se debe tener la documentación necesaria, por lo que previo a la venta “se vuelve imperante esclarecer los extremos antes señalados”, dice el documento.
EL HERALDO Plus habló vía telefónica con Luis Sosa, titular de la DNBN, para que explicara a qué se refería con el “término oscurantismo”, y dijo que “yo no le puedo dar información respecto a eso, tiene que ser por medio de la Unidad de Transparencia”.
Costo operativo
La DNBE defendió que la intención de la presidencia de la República es vender el jet ejecutivo en subasta pública, considerando que el hecho de mantenerlo en poder del Estado “genera una erogación de recursos para el pueblo hondureño, aún y cuando dicha aeronave no se esté utilizando”.
En mayo de 2024, el Ministerio Público (MP) a través de la Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (Uferco) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), inspeccionó y decomisó información en la FAH sobre la unidad.
Las autoridades trabajan en una línea investigativa relacionada con la compra del avión presidencial en la administración del expresidente Hernández, así como la construcción del hangar especial.
Los fiscales y los investigadores buscaban obtener documentos soportes del proceso de adquisición del avión, gestión que se consumó con fondos de la Tasa de Seguridad Poblacional, luego de la aprobación del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS) en 2014.
Las investigaciones del MP indican que el proceso de compra se consumó por medio de la sociedad mercantil ECC Leasing Company Limited, por un costo que supera los 14 millones de dólares, unos 350 millones de lempiras al cambio actual, además se busca comprobar si en realidad hubo algún tipo de donación de Taiwán.
EL HERALDO Plus consultó al director de comunicaciones del MP, Yuri Mora, sobre cómo avanzan las investigaciones, pero hasta la publicación de este reportaje no había dado respuesta.

Según la DNBE, en la actual administración se ha indagado sobre el financiamiento para la adquisición de la aeronave, así como la documentación de propiedad de la misma y el estado físico mecánico del avión en mención.
Esos elementos, según el ente estatal, “son imprescindibles para poder lanzar un proceso de subasta pública y poder obtener un retorno financiero óptimo de dicho proceso”.
En cuanto al avalúo de la aeronave, la DNBE informó que esta actividad corresponde a la Secretaría de Defensa, igual que el diagnóstico del estado operativo de este tipo de aparatos, ya que no es realizado por un personal convencional, sino que especializado.
Al mismo tiempo se confirmó que a enero de 2025 no se había realizado ninguna invitación formal a ofertar por el bien del Estado.
EL HERALDO Plus reveló en marzo de 2022 que el avión presidencial había costado 314 millones de lempiras y su compra se gestó mediante un proceso poco transparente en el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS).
Un excomandante de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), que solicitó el anonimato por temor a represalias de los actuales altos mandos por aparecer en medios, afirmó que la documentación de la compra de la aeronave debe existir, ya que es imposible adquirir un bien de esa magnitud sin dejar registros.
La fuente advirtió que la inactividad prolongada de un avión puede generar fallas, razón por la cual siempre se le debe brindar mantenimiento. Aseguró que, en este momento, la aeronave se encuentra en óptimas condiciones, pues está en Estados Unidos sometida a un proceso de revisión y chequeo.
Asimismo, destacó que el uso de este avión por parte de altos funcionarios del gobierno sería una opción más eficiente en términos de tiempo y seguridad. Sin embargo, reconoció que en Honduras cada quien tiene su propio criterio al respecto, por lo que su utilización depende exclusivamente de las decisiones de las autoridades.
Gastos de mantenimiento
Por medio de la solicitud de información No. SOL-SDD-567-2024 del 3 de enero de 2025, la Secretaría de Defensa confirmó que desde que asumió Castro el gobierno, la aeronave ha pasado por dos procesos de mantenimiento.
En 2022, la aeronave recibió una operación de mantenimiento, con un costo de 716,801.20 dólares, es decir, más de 17.9 millones de lempiras al cambio actual.
Para el año 2023 las autoridades de Sedena reportaron que no se realizaron trabajos de mantenimiento de la aeronave. Tampoco se utilizó.
Resulta curioso que desde el 23 de mayo de 2024 fue enviada nuevamente a un proceso de mantenimiento en Nueva Orleans, Estados Unidos, pero hasta los primeros días de enero pasado no había regresado al país, según confirmaron las autoridades.
Los costos del último proceso de mantenimiento no fueron facilitados por Defensa, afirmando que “una vez que se finalice el proceso- de mantenimiento- se proporcionará la información”.
La mayor parte del tiempo, entre 2022 y 2024, la aeronave presidencial ha estado en uso, con un registro de 27 vuelos, entre operaciones de mantenimiento y misiones humanitarias.
La mayoría de vuelos estuvieron orientados, principalmente, a la repatriación de féretros de ciudadanos hondureños fallecidos en el extranjero.
La matriz de vuelos proporcionado a EL HERALDO Plus evidencian que 26 de los 27 vuelos se realizaron en el año 2022, luego, durante todo el 2023 la aeronave permaneció inoperativa.
Para el 2024 los registros establecen que el 23 de mayo se realizó un vuelo a Nueva Orleans, para trabajos de mantenimiento, y no hay registros de regreso, es decir, desde hace ocho meses ha estado fuera del país.
Los vuelos humanitarios se realizaron generalmente entre Estados Unidos y Tegucigalpa. También hay viajes de México a Tegucigalpa y San Pedro Sula.
Venta a otro Estado
Además del “oscurantismo” en la documentación y las limitaciones impuestas por las investigaciones del Ministerio Público (MP), un coronel en condición de retiro de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH) afirmó a EL HERALDO Plus que el avión presidencial no puede ser vendido a un particular sin contar con bitácoras certificadas por la Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil (AHAC) que avalen sus operaciones y mantenimiento.
El exmilitar, quien solicitó no ser citado en el reportaje por temor a represalias, explicó que al vender una aeronave es obligatorio presentar un registro detallado de las horas de vuelo, ya que ese historial es clave para evaluar el estado de cada componente del avión.

“Si se quiere vender el avión, el que lo va comprar tiene que ver cuántas horas de vida le quedan a los componentes, porque en aviación cada componente se cambia por hora de vuelo y hora en tierra”, explicó el piloto.
En la mayoría de los casos, los procesos de certificación son gestionados por las agencias de aeronáutica de cada país. Sin embargo, en el caso del avión presidencial la FAH, este registro lo lleva la FAH, lo que no es válido a nivel comercial.
Sin esta certificación, la venta a un particular es inviable. La única alternativa para el Estado sería negociar con otro gobierno, permitiendo que técnicos de la Fuerza Aérea de ese país inspeccionen la aeronave en Honduras y determinen si su adquisición es viable.
Citó como ejemplo el caso de México, que tardó más de cuatro años en vender el avión presidencial, Boeing 787-7, al gobierno de Tayikistán por unos 92 millones de dólares, a pesar que costó 218 millones de dólares.
Refirió que cuando el avión está fuera de servicio representa un fuerte gasto, porque las horas de vuelos en tierra están corriendo -también cuentan- y hay componentes que se van deteriorando -hasta las llantas se cristalizan-.
Por otro lado, un exjefe de operaciones de la AHAC, que también pidió el anonimato, explicó que si la Fuerza Aérea Hondureña vende a una persona particular la aeroanve, esta le debe dar información de las bitácoras de vuelo, los registros de mantenimiento y de propiedad y luego someterlo a un proceso de certificación a la AHAC.
Sin embargo, el gobierno no ha concretado la venta, argumentando que la compra del avión se realizó mediante un proceso cuestionable. En caso de que no se cuente con los registros de propiedad, estos pueden solicitarse al fabricante en su sede de Fort Lauderdale, Estados Unidos, donde la aeronave recibe mantenimiento, aclaró la fuente.
EL HERALDO Plus consultó a la AHAC sobre los registros de vuelo de avión presidencial, pero respondieron que “esa información no corresponde a esta institución, tiene que hacer la solicitud a Sedena”.