Tegucigalpa, Honduras.- El general Ramiro Muñoz confirmó este martes -15 de julio- que deja su cargo como titular de la Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP), luego de la solicitud de renuncia que le hizo la presidenta Xiomara Castro.
Asegurando que "quien a usted lo coloca en un cargo, lo separa cuando es conveniente", el militar confirmó que su salida es estrictamente por la orden de la mandataria, luego de haber sido nombrado por un año en el cargo, aunque a la fecha llevaba dos años al frente del INP.
Al ser abordado sobre las motivaciones de su salida, Muñoz amplió que "estos puestos no son de nadie, no tienen dueño y los cambios son normales".
Sobre su sucesor confió que se trataría del general Mejía Medina, quien lo formó a él en la carrera militar y que además cuenta con toda la experiencia para asumir el cargo. "Para venir acá se necesita valentía, decencia y voluntad de trabajo y él (Mejía Medina) tiene las tres cualidades".
Muñoz puntualizó que de momento lo que sigue en el Instituto Nacional Penitenciario es un proceso de traspaso, pues el cargo no se puede solo abandonar sin hacer el respectivo traspaso administrativo.
A qué obedece su remoción
La situación ha generado interrogantes en el entorno castrense, Ramiro Muñoz, en su calidad de general, exponía su postura crítica hacia algunas decisiones del alto mando militar, lo que habría generado tensiones internas.
En reuniones recientes, habría cuestionado la línea institucional de las Fuerzas Armadas y su papel en el gobierno actual, una posición que no fue bien recibida por algunos altos oficiales, sobre todo por el jefe del Estado Mayor Conjunto, Roosevelt Hernández.
Además, se conoció que desde el inicio de su gestión como interventor del sistema penitenciario, el general Muñoz habría estado bajo constante observación. Incluso, se conoció que existían reservas desde la Embajada de Estados Unidos sobre su nombramiento.