Honduras

Escuelas nocturnas se resisten a desaparecer en Choluteca

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29.06.2017

Choluteca, Honduras
La vida no ha sido fácil para José Leonardo Baca Rubio, de 27 años. Las escasas oportunidades laborales y la falta de recursos económicos lo obligaron a tomar una decisión que le cambiará la vida, emigrar a Estados Unidos.

La decisión de Baca Rubio impidió que el joven concluyera sus estudios escolares de media y se aventurara por siete años a vivir como inmigrante en el país del norte.

Pese al esfuerzo y la tenacidad que siempre puso a cada uno de los trabajos que obtuvo en Estados Unidos, su situación no mejoraba, por lo que decidió volver a Honduras y buscar un trabajo.

“Cuando regresé a Honduras me dije que todo iba a cambiar y junto a mi esposa decidimos que íbamos a esforzarnos y pondríamos una microempresa de venta de jugos naturales”, relata el muchacho.

Aún y con el éxito alcanzado en su negocio, José no descansó hasta que decidió que debía culminar su educación secundaria, obteniendo en la escuela nocturna la mejor opción para lograrlo.

“Durante el día atendemos nuestro negocio y en la noche, junto a mi esposa, venimos a la escuela nocturna San Juan Bosco, así podremos profesionalizarnos”, comentó el entrevistado.

Y es que los centros educativos nocturnos de la zona sur brindan la oportunidad a adultos como José de cursar los seis años de primaria en apenas tres años.

A nivel departamental, se dispone 15 centros educativos nocturnos, de los cuales 11 funcionan en el municipio de Choluteca.

El Triunfo, Santa Ana de Yusguare y El Corpus son los otros dos poblados donde se imparten clases en horarios nocturnos.

Foto: El Heraldo

En la región, lejos de estar en peligro de desaparecer como en las principales ciudades del país, el sistema nocturno se fortalece cada año. Prueba de ello es que la matrícula actual ronda los 236 alumnos, los cuales son atendidos por 22 docentes.

Adán Varela, coordinador Departamental de Educación de Jóvenes y Adultos, explicó que la educación nocturna se ha fortalecido en los últimos años.

“La participación de los docentes en este proceso ha permitido que la calidad de la educación que se imparte en las jornadas nocturnas sea igual que en las otras”, comentó el maestro.

Uno de los problemas a los que se enfrentan las jornadas nocturnas es que la mayoría de los docentes que laboran bajo este sistema son veteranos y cuando se jubilan, sus plazas no son repuestas de forma inmediata