Honduras

En etapa final informe para definir manejo del Golfo de Fonseca

Presidentes se reunirán el 4 de marzo para revisar cumplimiento de sentencia de La Haya de 1992 y garantizar ambiente de paz y desarrollo en el sector.

07.04.2014

Honduras, Nicaragua y El Salvador se aprestan a revisar la explotación, uso y manejo de la zona del Golfo de Fonseca. Los presidentes de las tres naciones centroamericanas conocerán un informe sobre el estado de cumplimiento de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya de 1992, respecto al manejo de las zonas no delimitadas.

El documento será conocido por el presidente Porfirio Lobo, de Honduras; Daniel Ortega, de Nicaragua; y Mauricio Funes, de El Salvador; el próximo 4 de marzo, confirmó en las últimas horas el canciller Arturo Corrales.

Dicho informe, en la etapa final de su preparación, fue solicitado el pasado 4 de diciembre por los tres presidentes de la región a los cancilleres de cada nación, luego de que Honduras solicitara la intervención del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ante el incumplimiento del fallo.

El gobierno hondureño planteó la solicitud tras documentar al menos cuatro incidentes el año anterior por hostigamiento en el Golfo de Fonseca por parte de patrullas de El Salvador y Nicaragua en contra de la Fuerza Naval de Honduras (FNH).

“Los Presidentes reunidos en Managua instruyeron a los cancilleres para que el 4 de marzo presentáramos un informe sobre la implementación de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia, ese trabajo con mucho agrado lo hemos venido realizando, estamos en la etapa final de la preparación de ese informe, así que estamos muy seguros de que vamos a cumplir con la meta del 4 de marzo presentarlo a los señores Presidentes”, dijo Corrales.

Fallo

La Corte Internacional de Justicia emitió un fallo en 1992 sobre la disputa de 446.5 kilómetros de territorio fronterizo entre Honduras y El Salvador y espacios marítimos en el Golfo de Fonseca. En tierra firme se le concedieron 311 kilómetros cuadrados a Honduras y 134.9 kilómetros cuadrados a El Salvador.

Asimismo, se establecieron porciones de mar para los tres países ribereños del Golfo al asignarles tres millas náuticas a partir de la línea costera a cada uno. El fallo concedió a Honduras las islas de El Tigre y Conejo, entre otros y a El Salvador Meanguera y Meanguerita.

En la sentencia se estableció que el área de la bocana y el uso de la zona de mar territorial, zona económica exclusiva y plataforma continental se tenían que resolver mediante una negociación.

El Salvador solicitó en 2002 una reconsideración de la resolución, pero el máximo tribunal del mundo lo ratificó. Durante los 20 años que tiene de haberse emitido la sentencia, El Salvador ha rehusado aplicar el punto que se refiere a negociar la administración de la zona conjunta.

Honduras propone un manejo equitativo en la zona del Golfo de Fonseca. El planteamiento hondureño consiste en negociar y distribuir las fronteras de la bocana de acuerdo con el porcentaje de línea costera de cada país ribereño. Para ello se solicita la asistencia de las Naciones Unidas. De igual manera, plantea que la zona económica exclusiva, mar territorial y plataforma continental sean administradas mediante cosoberanía, es decir, que se cree una entidad trinacional para ese fin.

Con lo anterior, Honduras busca también reafirmar su acceso al océano Pacífico por la bocana, un derecho que ha pretendido ser desconocido por El Salvador y Nicaragua.