Los rumores de la posible salida de Juan Carlos Bonilla como director general de la Policía Nacional se acrecentaron ayer.
Y es que, en horas de la tarde, se informó de altercados verbales entre Bonilla y el nuevo ministro de Seguridad, Arturo Corrales Álvarez, durante un almuerzo con miembros de la quinta y sexta promoción.
Estos rumores fueron negados por una fuente de Seguridad que pidió no ser identificada.
Pese a ello, en círculos policiales trascendía que el detonante habrían sido los encuentros que Corrales, como autoridad civil, tuvo con unos 90 policías que desde hace un año no tienen asignación pero sí representan una carga económica para el Estado porque se les mantiene sus salarios y beneficios de ley.
Estos oficiales, según lo informado a EL HERALDO, aseguran que sus derechos han sido violentados y que son víctimas de una cacería emprendida por Bonilla.
Y es que, en base a ley, lo que procede en caso de no ser aptos para estar en la institución, es que sean puestos a disponibilidad o sean separados con los procedimientos legales establecidos en la Ley Orgánica de la Policía.
Sin embargo, con estos oficiales no ha sucedido ni lo uno ni lo otro, de manera que siguen siendo parte de la institución, a quienes mediante orden verbal, se les prohibió usar el uniforme, su arma de reglamento y la chapa de identificación.
La mayoría de ellos están sin asignación desde hace un año y como parte de las estrategias de Bonilla, desde hace dos meses se les obliga a firmar el libro de entradas y salidas (mañana y tarde).
El primer encuentro de estos oficiales, aparentemente a espaldas de Bonilla, se realizó el pasado martes en el cuartel general de Casamata, con el nuevo viceministro y excoronel retirado del Ejército, Francisco Javier Lima Bueso.
A raíz de este encuentro, el pasado jueves se programó otra reunión en la Academia Nacional de Policía (Anapo), esta vez con el ministro de Seguridad Arturo Corrales.
La reunión no habría sido vista con buenos ojos por Bonilla, al considerar que no es competencia de un ministro de Seguridad desconocer el mando vertical en la estructura policial.
En todo caso, según fuentes consultadas por EL HERALDO, lo que procedía era que Arturo Corrales sostuviera el encuentro con el director policial y que fuera este quien informara caso por caso la problemática de los oficiales sin asignación. Para el próximo jueves se ha programado otra reunión en la Anapo.
Jerarquía
El respeto a la jerarquía policial es, quizás, uno de los principales problemas que enfrenta la institución.
Es tal la crisis, que Bonilla se ha mostrado debilitado ante actos de rebeldía y sublevación, inclusive entre miembros de la alta oficialidad, escalas intermedias y básica.
Una prueba fehaciente de la sublevación policial fue el paro de labores decretado por centenares de policías, influenciados por oficiales de todas las escalas, el pasado martes 23 de abril.
En la manifestación, en demanda de mejores condiciones laborales y la negativa a acatar una orden de Bonilla sobre los turnos de fin de semana, hubo hasta abucheos para jefes policiales leales al director.
Este acto resultó ser inédito en una institución que, desde octubre de 2011, se encuentra en la mira de la sociedad por la vinculación de algunos de sus miembros en actividades del crimen organizado.
Bonilla llegó al cargo de director general en mayo de 2012. El propio presidente Porfirio Lobo Sosa lo invistió de poderes absolutos, al aprobarse decretos de emergencia que le daban plenos poderes para depurar la Policía Nacional.
Sin embargo, fuentes consultadas por EL HERALDO aseguran que estos poderes habrían sido desbordados por Bonilla, quien inclusive desacató órdenes y recomendaciones del anterior ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla.
Al parecer, este funcionario que ya abandonó el cargo, solía recibir como respuesta: “fui puesto por el Presidente y solo de él recibo órdenes”.
De la conducta radical de Bonilla se habrían recibido innumerables quejas de diputados, ministros y otros ciudadanos que aseguraron ser objeto de abusos policiales y de tácticas represivas con infractores de la ley.
Ante los rumores de un Bonilla fuera de control, EL HERALDO reveló el pasado martes 30 de abril, que la salida de Bonilla habría sido una de las condiciones de Corrales para aceptar el reto en Seguridad.
Ayer, EL HERALDO intentó conocer la reacción de Corrales Álvarez pero no contestó su teléfono celular. Otra fuente reveló haberse comunicado con Corrales, quien habría informado que Bonilla sigue en su cargo.