Tegucigalpa, Honduras
En Francisco Morazán y Cortés está concentrada la mayor cantidad de personas analfabetas, según un censo de la secretaría de Educación.
Se estima que en Honduras alrededor de 780,000 personas mayores de 15 años no saben leer ni escribir, es decir, un 12 por ciento de la población, que ronda los 8.5 millones de habitantes.
El censo, elaborado entre noviembre de 2015 y abril de 2016, ya identifica a 201,842 personas que no saben leer ni escribir en los 18 departamentos del país.
En Francisco Morazán ya están censadas 28,453 personas a quienes se pretende someter al programa de alfabetización que impulsa la secretaría de Educación pese a que la gran mayoría residen en las afueras de la ciudad.
En el caso de Cortés son 31,202 las personas que requieren alfabetización, también la mayoría residentes en las afueras de la ciudad de San Pedro Sula, detalla el censo al que tuvo acceso EL HERALDO.
Esta es una las principales dificultades que vienen enfrentando unos 60 mil estudiantes de secundaria que desde el pasado 2 de abril están siendo obligados a alfabetizar dos personas como requisito de graduación. Se quejan de que la mayoría de las personas analfabetas residen fuera de la ciudad y requieren el pago de pasajes, alimentación y hasta una compensación adicional por someterse al programa.
En algunos casos los alumnos se han visto obligados a pagar hasta niñeras para que los alfabetizados asistan a clases. Adicionalmente, aseguran, tienen que cubrir los gastos para los materiales didácticos, ocasionando un impacto de hasta 7,000 lempiras al bolsillo de los padres de familia.
Que no alfabeticen
Los diputados propondrán al secretario de Educación, Marlon Escoto, excluir del Plan Nacional de Alfabetización a los alumnos de último año de los departamentos de Francisco Morazán y Cortés.
En estos dos departamentos se presentan los mayores problemas que han sido denunciados por los padres de familia. La petición está basada en que en estos departamentos los alfabetizandos se encuentras dispersos, sobre todo en el área rural, ya que en el casco urbano de los municipios casi es inexistente el analfabetismo.
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El diputado y exdirigente magisterial Edgardo Casaña, manifestó que las estadísticas son claras, en estos departamentos resulta difícil encontrar, sobre todo en el área urbana, a personas analfabetas.
Es por esta razón que los estudiantes tienen que desplazarse hacia las aldeas y los caseríos en busca de personas sujetas a la alfabetización, lo que representa un costo oneroso para los padres de familia.
Por su parte, el diputado del Partido Anticorrupción, David Reyes, exhortó al presidente de la República y a las autoridades educativas para que escuchen el clamor de los padres de familia y de los alumnos.
Indicó que los estudiantes por graduarse se encuentran en una enorme zozobra porque la dispersión poblacional no les permite encontrar personas analfabetas en lugares cercanos a su domicilio, a su centro de estudio y tienen que desplazarse a lugares lejanos para realizar ese servicio social, exponiéndose a la inseguridad, a violaciones, a asaltos y a las extorsiones.
Reyes trajo a colación la Constitución, que establece que es responsabilidad del Estado el tema de la alfabetización y dijo que no se puede obligar a un joven de 16 y 17 años a realizar trabajos forzados.
