Tegucigalpa, Honduras.- Entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2025, un total de 9,701 hondureños fueron deportados desde Estados Unidos, México y Guatemala.
Esta cifra representa un incremento del 3.7% en comparación con el mismo período de 2024, cuando se registraron 9,357 deportaciones.
Según datos del Instituto Nacional de Migración (INM), Estados Unidos es el país que más hondureños ha deportado; son 4,750 compatriotas los que ha regresado de ese país.
Guatemala es el segundo país que más connacionales ha deportado (3,310) en lo que va de este año.
Elsy Reyes, coordinadora de la Defensoría de Movilidad Humana del Conadeh, explicó que este aumento significativo en las deportaciones desde Guatemala responde a las "restrictivas" medidas migratorias que el país vecino ha venido implementado.
México por su parte, según datos del INM, ha enviado al país 1,791 hondureños.
Las cifras muestran una importante reducción respecto a las deportaciones en el mismo período del 2023 y 2022 (16,543 y 21,650 respectivamente); sin embargo, para el 2024 indican un leve incremento.
La experta en movilidad humana, señaló que el comportamiento de estas cifras responde a múltiples factores.
"Eso llama la atención, porque si bien es cierto las políticas migratorias han cambiado, pero la cantidad de personas retornadas que se están viendo, de acuerdo a las estadísticas y a las visitas que nosotros estamos haciendo a los centros del migrante retornado hemos visto disminución", dijo.
Reyes avizora que en los próximos días el número de hondureños que estarían viviendo al país, desde Estados Unidos y México podría aumentar.
"Podría ser que en este momento no están llegando todas las personas y podríamos tener un incremento de retornados en los próximos meses, ese es un panorama", señaló.
Los expertos indicaron que la razón por la que Guatemala ha deportado a ese gran número de hondureños, es debido a que ha fortalecido su colaboración con Estados Unidos para controlar los flujos migratorios.
Concluyeron que el incremento en las deportaciones durante el primer trimestre de 2025 refleja una combinación de políticas migratorias más estrictas en países receptores y factores estructurales que impulsan la emigración.
Por lo que es necesario abordar las causas raíz de la migración, como la pobreza y la violencia, es esencial para reducir estos flujos migratorios y sus consecuencias.