El último proceso de admisión de los futuros educadores del país revela resultados nada halagüeños.
De acuerdo con este estudio, realizado por la Dirección General de Evaluación de la Calidad Educativa de la Secretaría de Educación, el rendimiento de los aspirantes a profesores en áreas de conocimiento, habilidad cognitiva y vocación, refleja una disminución entre uno y dos por ciento comparado con 2011.
Todos los alumnos evaluados en el presente año rindieron en promedio 250 puntos de 500 que la prueba establece como referencia a la norma.
La nota mínima que establece esta prueba es de 80 puntos.
Aplicaron a esta medición (casi similar a la prueba de aptitud que aplica la Universidad nacional Autónoma de Honduras) un máximo de diez mil aspirantes de todo el país.
Honduras tienen 13 normales donde se establece un número máximo de cupos, por lo que Educación decide aplicar este proceso de admisión y escoger a los 'mejores'.
El promedio obtenido por esos aspirantes fue de 250 (de 500 posibles) entre uno y dos por ciento menos que el año anterior, afirmó Dennis Cáceres, director general de Evaluación de la Calidad Educativa de la Secretaría de Educación.
Ese porcentaje que disminuyó ( entre 1-2%) 'no es tan significativo', en opinión de Cáceres, pero sí preocupa que durante los últimos tres años la tendencia ha sido esa. 'En los últimos tres años podemos hablar de un tres por ciento acumulado', apuntó Cáceres.
Analizó que desde 1997 ha existido una 'mala racha' en la calidad y en los rendimientos que presentan los que aspiran a ser profesores, pero 'se había mantenido hasta hace tres años, hasta el golpe de estado, cuando comenzamos a ver una disminución en el puntaje promedio que se obtenía de los aspirantes', lamentó el director de Calidad Educativa.
Círculo vicioso
A criterio de este experto en calidad educativa, con este bajo nivel de rendimiento que presentan los aspirantes a profesores, será muy difícil romper el círculo vicioso de tener siempre un bajo rendimiento escolar y educativo y, por tanto, estudiantes con poco conocimiento y posiblemente incapaces profesionales.
Cáceres argumentó que 'los alumnos que ingresan a las normales mediante este proceso son los futuros docentes de Honduras, o sea que son los que deben romper el círculo vicioso de la calidad educativa, cuando ellos egresan formarán a los alumnos futuros del país, esos alumnos volverán a aspirar a ser docentes, entonces ¿cuándo y cómo se rompe este círculo?' Consultado sobre qué conocimientos cuantifica el proceso de admisión, apuntó que 'esta prueba mide el conocimiento y las habilidades en Matemáticas, Español, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, habilidad cognitiva y vocación para ser maestro. La prueba de conocimiento tiene una confiabilidad de 0.90 y la vocacional de 0.95, mediante el Alpha de Crombach'.
Puntuaciones obtenidas
Cáceres comentó que los puntajes más altos los alcanzan los alumnos que ingresarán a la Normal de Ocotepeque (269) y a la Pedro Nufio de Tegucigalpa (267), los más bajos ingresarán a las normales de Colón (231) y Olancho (232).
En total se aceptaron a unos 4,500 estudiantes, de los casi diez mil que aplicaron, que serán distribuidos en las 13 normales. El año anterior se aceptaron 6,000 estudiantes. 'Estos resultados no son los mejores, pero hay que escoger a los de más alta puntuación... una nota aceptable para ser maestros sería de 350', dijo Cáceres.
A su juicio, la diferencia entre alguien que obtiene 231 y uno de 350 (si se hubiera presentado el caso) es que se trataría de un futuro maestro 'equilibrado, mejor pensador y estratega para ofrecer su cátedra, con un nivel de desenvolvimiento ante la sociedad muy bueno, es decir un mejor profesor'.
Hallazgos importantes
Los alumnos egresados de la administración pública logran 249 puntos en la misma escala de 500, mientras que los provenientes de centros privados alcanzan 260 puntos en promedio, es decir que vienen mejor preparados.
Los aplicantes de la zona urbana tuvieron en promedio 259 y los de la zona rural 242 puntos.En el 2011 se realizó un estudio de factores asociados al rendimiento académico que evidenció lo siguiente: Aquellos alumnos donde su familia posee ingresos menores o iguales a diez mil lempiras rendían en un dos por ciento menos que los que tenían mejores ingresos económicos.
Eso evidencia, a toda luces, que la pobreza sí tiene una influencia directa en la educación y el rendimiento académico. Incluso, el género influye en las capacidades de los futuros catedráticos, según la medición hecha en este año. El proceso de selección revela que las mujeres rinden en 37 por ciento (en una escala de cien) y los varones en 39 por ciento. Sin embargo, las mujeres rinden en promedio dos por ciento más que los varones en Español, pero en Matemáticas y habilidad cognitiva los varones rinden más que las mujeres en tres por ciento.
El informe revela que el 70 por ciento de los aspirantes a profesores son mujeres.