Tegucigalpa, Honduras.- El mundo le ha dicho adiós a uno de los líderes más queridos de la iglesia católica, el papa Francisco.
El sumo pontífice falleció rodeado del cariño de millones de fieles, y su funeral, celebrado en la plaza de San Pedro ante más de 250,000 personas.
Luego de la ceremonia pública, su féretro fue trasladado a la basílica de Santa María la Mayor, donde fue enterrado en una ceremonia privada junto a sus seres más cercanos.
Con su partida, muchos recuerdos han resurgido, entre ellos uno que pocos hondureños olvidarán: el día en que el papa Francisco disfrutó de la música hondureña e incluso se fotografió sosteniendo la bandera del pueblo catracho.
Fue en junio de 2019, cuando en la Ciudad del Vaticano, la Banda Juvenil 504 de Honduras tuvo la oportunidad de presentar su música ante el Santo Padre, quien los recibió con una enorme sonrisa y los mejores ánimos.
"No hay otro pueblo más macho, que el pueblo catracho del cual vengo yo", fue uno de los temas que el grupo musical interpretó para Francisco, quien no dudó en mostrar su alegría.
Al saludarlos personalmente, el Papa les expresó su admiración: “Suenan bien, tocan bien, pero tocar y moverse, quiere decir que llevan la música adentro”, les dijo.
La Banda Juvenil 504 deleitó a los presentes con un repertorio lleno de sabor hondureño, interpretando canciones del querido cantautor Guillermo Anderson y temas folklóricos como Parindé.
"Difícil definir una palabra en estos momentos, tal vez solo decir: bendición de Dios. Dios quiso este momento. Nosotros veníamos simplemente a participar en el XX Festival Internacional de Bandas en Giulianova, representando a nuestro país", relató el director de la banda, Ariel Montesinos Villeda.
En el XX Festival Internacional de Bandas en Giulianova, la Banda Juvenil 504 ganó el primer lugar como Mejor Director Musical y el primer lugar en la categoría Banda Folklórica y segundo lugar como Mejor Banda Musical.
Compitieron contra 10 países y más de 15 bandas de lugares como Polonia, Rumanía, El Salvador, México, República Checa y Japón.
Fue un logro fruto de la perseverancia de jóvenes artistas que, durante un año, trabajaron intensamente para hacer realidad su sueño. Gracias al apoyo de las embajadas de Honduras en Italia y ante la Santa Sede, así como la ayuda de hondureños en el país y en el extranjero, entre ellos el exfutbolista David Suazo, la Banda Juvenil 504 pudo llegar hasta Italia y, como premio inesperado, vivir el honor de compartir su arte ante el papa Francisco.