En el último año de gobierno los hondureños cifraron las esperanzas de que el presidente Porfirio Lobo cumpliera las promesas de su campaña y garantizara la seguridad y el empleo que demandan las mayorías.
Sin embargo, el mandatario dejará la Presidencia de la República el próximo 27 de enero sin haber cumplido con dos planteamientos fundamentales para los hondureños que a diario demandan oportunidades para ganarse la vida y, además, que prevalezca la paz y la tranquilidad a lo largo y ancho de la nación.
La esperanzas se cifraron en el último año de gobierno, considerando que las dificultades bajo las cuales Lobo Sosa asumió la Presidencia de la República, luego de la crisis política generada el 28 de junio de 2009.
En el caso de la seguridad, se estima que la tasa de homicidios llegue a 80 por cada 100 mil habitantes.