Ciudad de México.- Pinturas hechas con esponjas, figuras imposibles con cartón y un entusiasmo que contagiaba a cualquiera; así recuerdan muchos a Rui Torres, quien marcó la infancia de miles de niños en Latinoamérica gracias a Art Attack.
Con su sonrisa tranquila y su forma sencilla de explicar, el presentador mexicano convirtió materiales comunes en obras de arte, dejando en claro que la creatividad no tenía límites. Pero un día se despidió y nunca más regresó.
Rui Torres, cuyo nombre real era Rutilio Torres Mantecón, fue el inolvidable conductor de la versión latinoamericana de Art Attack durante los años 2000 a 2002.
Su carisma natural, su entusiasmo por el arte y su cercanía con su audiencia infantil lo convirtieron en un ícono de la televisión que a casi dos décadas de su muerte sigue presente en la memoria de quienes dejaban salir a su artista interior guiados por él.
Cada emisión del programa comenzaba y finalizaba con su emblemática invitación a crear: “No necesitas ser un experto para ser un gran artista”.
Tras grabar dos temporadas en Londres, Torres decidió regresar a México para continuar sus estudios en Ingeniería Telemática en el ITAM y Psicología en la UNAM.
Sin embargo, su vida dio un giro devastador en 2006 con la muerte de su hija de dos años por neumonía, lo que lo sumió en una profunda depresión.
El 24 de febrero de 2008 fue encontrado sin vida en su casa. Aunque circularon versiones sobre una sobredosis o un posible suicidio, las causas nunca fueron aclaradas públicamente.
A pesar del misterio que rodea su partida, su legado sigue muy vivo. En redes, fanáticos lo recuerdan con afecto cada año.
Incluso, ahora con el despliegue de TikTok, hay videos circulando en donde, por medios de clips rescatados, el mexicano vuelve a dibujar una sonrisa en su público, que ahora se acompaña con una que otra lágrima.
Rui Torres se fue demasiado pronto, pero permanece en el corazón de quienes crecieron con sus manualidades, su creatividad y esa mirada que animaba a soñar en grande.