“Las Vueltas del Ocote apuntaba en sus inicios como una historia de confrontación entre los habitantes de Olancho con el gobierno, pero fue precisamente el máximo héroe de Centroamérica y estadista Francisco Morazán quien le dio otro rumbo a esta crónica que hoy es recordada como una de las mejores hazañas del gran paladín”.
Estas fueron las primeras palabras de doctor Horacio Ulises Barrios al ser abordado por Vida sobre este acontecimiento histórico.
Y es que la Casa Morazán organizó en el marco del 182 aniversario de la Capitulación de Las Vueltas del Ocote una magistral conferencia impartida por el doctor Barrios. Según nuestro entrevistado, con esta presentación “pretendemos darle auge en primer lugar a la Casa Morazán y enaltecer las cualidades de nuestro máximo héroe, Francisco Morazán Quezada”.
Este acontecimiento, que tuvo lugar el 21 de enero de 1830 en Las Vueltas del Ocote, ubicado cerca de la ciudad de San Francisco de la Paz, en el departamento de Olancho; se suscitó cuando los rebeldes olanchanos se alzaron en armas contra el gobierno, porque estaban motivados a iniciar una guerra por los altos impuestos fiscales y personales y por el abandono en que el gobierno mantenía al vasto departamento.
“El general Morazán (que ya se había convertido en uno de los hombres más importantes de Centroamérica) se entera de la situación y decide tomar camino hacia Olancho por el rumbo de Danlí; llegando a Juticalpa, donde fue recibido con honores por el recién electo alcalde de la ciudad, Juan José Canelas”, agrega el doctor Barrios.
Es importante saber que la capitulación significa en el código militar un convenio donde los contendientes se ponen de acuerdo, hay canojías para un lado y canojías para el otro, entendiéndose por canojía respetar los derechos elementales que como humanos tenemos, es decir, no hay vencedores ni vencidos, y eso es lo que ha hecho grande a Francisco Morazán, asegura el experto.
“Aunque él se consagró en la batalla de La Trinidad (eso fue años antes de la capitulación), esta no deja de ser una de sus mejores conquistas. Él sentó las bases de una patria grande que son las cinco parcelas centroamericanas, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Honduras; y afortunadamente la época en que nace es una época fresquita de la independencia, que fue el 15 de septiembre de 1821, hecha por José Cecilio del Valle”.
“Morazán fue Presidente de la Federación y por sus ideales fue asesinado en Costa Rica, sus restos están en El Salvador en el Cementerio de Los Ilustres por petición del héroe”, acota el doctor Barrios.
“Entonces la capitulación no fue una batalla como las de Trinidad de San Gualcho, no hubo derramamiento de sangre y no hubo ni un disparo, es allí donde Morazán, instalado en Morocelí, agarra una ruta con sus tropas. Entonces Morazán es un mártir de la que podría haber sido la patria grande”.
Los grandes logros que alcanzaron con la capitulación fueron varios acuerdos como: inhibirlos del servicio militar, dispensarles los famosos diezmos de Olancho y atenuar los impuestos a los que estaban sometidos.
“Es así que Morazán pone de manifiesto la elocuencia que él siempre tuvo y llegan a un acuerdo (como dice un libro escrito por un norteamericano) ganar-ganar, ganas tú y gano yo, y esa es la historia resumida de lo que fue Las Vueltas del Ocote”, agregó.
Horacio Barrios finalizó su entrevista haciendo un llamado a las Fuerzas Armadas, el Instituto Morazánico, la Fundación Morazánica y el Instituto de Cultura para que le den mayor realce a nuestros próceres.
