Polémica restauración del cuadro “La Virgen, el Niño Jesús y Santa Ana”, de Leonardo Da Vinci, pone en el punto de la mira al Museo del Louvre, de París.
Expertos argumentan que el método elegido para tal fin es agresivo y puede borrar el “sfumato”, efecto de difuminación.
Los riesgos
Hace 17 años, el Louvre abandonó la idea de su restauración por miedo a cómo emprender los trabajos, ya que temían que los disolventes empleados para retirar los barnices afectaran el “sfumato”, célebre técnica inventada por Da Vinci, consistente en crear un efecto difuminado que se obtiene gracias a la superposición de varias capas de pintura, proporcionando a la composición unos contornos imprecisos.
Sin embargo, en 2009 se retomó aquella vieja idea y un año después comenzó finalmente la restauración del cuadro, para lo que se designó un comité científico internacional de 20 miembros, que establecieron las pautas de los trabajos, a punto de concluir.
Mientras está previsto que la obra vuelva a lucir en público a partir del próximo mes de marzo en una gran exposición, en octubre saltó la polémica ya que la revista especializada Journal des Arts alertó de los riesgos que suponía para el cuadro el tipo de intervención escogida.
En un reportaje alzaron la voz algunos expertos para denunciar que la restauración amenazaba con borrar de los rostros de la Virgen y el Niño el “sfumato” leonardesco y que proporcionaría a la obra unos brillos que nunca tuvo, además de que la intervención era demasiado agresiva.