Policías extorsionan a migrantes: “Hagan caso si se quieren ir rápido”

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus abordó uno de decenas de buses que van llenos de migrantes extranjeros hacia la frontera en Guatemala y evidenció el asalto que sufren por parte de agentes

Instante cuando un oficial en un retén en La Ceibita, Santa Bárbara, cobraba a los migrantes dólares para dejarlos seguir su ruta hacia la frontera entre Honduras y Guatemala.

lun 19 de septiembre de 2022 a las 9:30

7.5 min. de lectura

“Buenas noches, ¿todos en este bus son extranjeros, verdad?, repito, ¿todos en este bus son extranjeros? Bueno, se me van a bajar todos y me van a hacer una fila por nacionalidad, las mujeres que andan chineando se quedan adentro. Va pues, a circular para abajo”, ordenó con firmeza un oficial de la Policía Nacional a 50 migrantes extranjeros y un periodista de la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus encubierto que viajaban desde Tegucigalpa a la frontera de Agua Caliente, entre Honduras y Guatemala.

“Cubanos por aquí, venezolanos para allá, ecuatorianos se me quedan aquí parados, (un haitiano viajaba solo), vos que andás solo, andate con los cubanos para allá”, mandó el uniformado ante la zozobra de los migrantes que no entendían por qué la Policía Nacional de Honduras se los llevaba a una oscurana, en la mitad de la madrugada, bajo la lluvia y el frío, aislándolos de acuerdo con su nacionalidad.

“Pero aquí tenemos el salvoconducto que nos entregó Migración en, ¿cómo se llama?, Choluteca”, retó un cubano.

“Callate que nadie te preguntó nada, ni sabés para qué los apartamos, hagan caso si se quieren ir rápido, por mí nos estamos toda la noche, yo de aquí no me muevo”, amenazó el mismo oficial mientras giraba órdenes a otros tres elementos para que acompañaran a cada uno de los grupos a zonas oscuras alejadas del retén policial que mantienen de forma permanente en La Ceibita, Santa Bárbara.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus fue testigo de lo que hicieron después los elementos de la Policía Nacional de Honduras con los asustados migrantes, que no tuvieron más opción que complacer a los uniformados en cada una de sus peticiones.

5:30 PM. La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus recién llegó a Comayagüela, exactamente a la zona donde se ubican las empresas de transporte interurbano que trasladan migrantes extranjeros desde la capital hasta la frontera con Guatemala.

Son decenas de foráneos, se mueven de un lado a otro como hormigas, platican, se estresan, luego se ríen y realizan compras de chucherías en una mezcla de culturas de personas que vienen de África, Asia, el Caribe y sur de América.

Los despachadores hacen lo propio tratando de ordenar a los cientos de migrantes que llegan en buses desde la zona sur con el propósito de continuar su camino a Estados Unidos.

Todos andan con boleto en mano y el que no es orientado para comprarlo; el requisito es simple: ser extranjero, pues los buses para los hondureños son otros con horarios diferentes.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus no tiene boleto y tampoco lo va a obtener -son exclusivos para los migrantes-.

En esta ocasión el periodista encubierto viaja a jalón a la buena fe de los motoristas o va a pagarle a un despachador para que lo acomode aunque sea en las gradas de la entrada.

Lea además: Haitianos viven una pesadilla en Honduras: “Violan a las mujeres, matan cuando no hay plata”

$!El lente de EL HERALDO Plus captó el instante cuando un oficial en un retén en La Ceibita, Santa Bárbara, cobraba a los migrantes dólares para dejarlos seguir su ruta hacia la frontera entre Honduras y Guatemala.

Salen los migrantes

6:30 PM. Ya salieron los primeros tres buses abarrotados de migrantes con destino para Agua Caliente, frontera entre Honduras y Guatemala, mientras unos van, otros apenas llegan a la terminal en un movimiento migratorio impresionante.

“Me dijo ‘Ñato’ que usted me podía acomodar en bus, voy para Ocotepeque”, consultó el periodista a un despachador que por su ajetreo se notaba que era quien llevaba la voz de mando en la terminal.

“Aguantame por ahí, ya voy a ver en qué bus te mando, dame una hora por lo menos, no te preocupés que siempre vas a viajar aunque sea tarde”, confirmó el sujeto.

7:30 PM. El movimiento comenzó a disminuir, ya dos buses más repletos de migrantes salieron y solo hay otros dos esperando llenar, “andate para allá con aquellos cubanos”, ordenó el despachador al periodista encubierto que rápidamente se mezcló con todos.

$!Desde las estaciones de buses en Comayagüela salen todas las noches unidades llenas exclusivamente de migrantes.

Un vehículo de la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus permaneció en todo momento cerca del periodista a una distancia prudente, lo que ocasionó desconfianza en las personas del lugar, por lo que llamaron al 911 para que corrobora qué hacía un hondureño en medio de los cubanos y por qué un carro no se movía de la zona.

La patrulla de la Policía Nacional llegó de repente, llamó al periodista encubierto y lo apartó del grupo mientras los demás uniformados se movieron al vehículo.

“Levantate la camisa para un registro y sacate los documentos”, ordenó un policía, quien agregó que “recibimos una denuncia de movimiento extraño en la zona, decime en qué andás”.

El periodista le explicó que iba a realizar un viaje a Ocotepeque y que las personas en el vehículo eran sus compañeros, quienes lo único que esperaban es que se montara en el bus.

El uniformado revisó la documentación y los agentes decidieron retirarse, aunque al menos 20 minutos después regresó otra patrulla a realizar el mismo procedimiento que, al igual que el anterior, fue solventado.

De interés: Ola de migrantes irregulares provoca crisis en su paso por Honduras

$!Una patrulla de la Policía Nacional hizo una inspección la noche cuando un equipo infiltrado de la Unidad de Investigación de EL HERALDO Plus abordaba un bus para evidenciar el atraco que sufren los extranjeros.

8:30 PM. Llegó el momento de abordar el bus, se solicitó a las personas que realizaran una fila india con el boleto en la mano y que las maletas las pusieran en la parte de abajo.

El equipo de EL HERALDO Plus abordó la unidad de último ante la desconfianza de los migrantes y el mismo conductor, que corroboró con el despachador que no había ningún problema.

“Montate, chele, no te preocupés, ya les expliqué a ellos que no hay problema, lo que yo no sabía era que vos andabas con esos del carro y el miedo era que esa gente anduviera haciendo una pegada a un motorista. Vos sabés cómo está de fea la cosa, por eso llamaron al 911”, explicó.

Una vez en la unidad de transporte, el nerviosismo se apoderó de los migrantes al punto que ninguno se quería sentar a la par del periodista encubierto, pero a un muchacho no le quedó de otra y por falta de asiento se acomodó.

9:15 PM. El bus salió de la terminal y paró en el Bulevar del Norte para abastecerse de combustible, luego agarró marcha rumbo a la frontera.

Las luces del bus se apagaron y las conversaciones sobre las experiencias comenzaron a fluir una tras otra. “Nosotros éramos más de 200 en la selva de Panamá, solo a una señora se la llevó el río”, comentó con pesar un cubano.

“Lo peor es aguantar hambre, tres días estuvimos sin comer, a pura agua, y lo peor que esa agua da diarrea”, expresó otro cubano.“Oye, a mí se me soltó de la mano este niño, solo Dios sabe cómo lo pesqué con los pies, si no se lo lleva la corriente”, dijo un hombre en tono resignado.

“Eso, en la selva son montañas y montañas, el barro, uno se tiene que agarrar de donde pueda”, contó un venezolano.

La euforia de las anécdotas comenzó a disminuir a medida el bus pasó el peaje de Zambrano, al norte de la capital. Los extranjeros se acomodaron y pudieron descansar.

$!Casi a las 9.00 de la noche partió el bus lleno de migrantes con ruta hacia el norte de Honduras.

A mitad de camino, llegando a Siguatepeque, la unidad paró la marcha por primera vez, las personas bajaron al baño y a comer en un restaurante en un período corto.

1:00 AM. El bus lleno de migrantes llegó a la terminal de San Pedro Sula, donde apenas dos migrantes bajaron de la unidad y se trasladaron a un vehículo para continuar su camino de manera diferente.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus ya tenía información de que en la próxima parada del bus el abuso a los migrantes iba a poder ser vivido en carne propia, por lo que el periodista encubierto alertó a sus compañeros que le daban seguimiento en otro carro que prepararan las cámaras para graficar parte de lo sucedido.

Policías atracan

2:20 AM. El momento llegó: un retén ubicado en medio de la calle en la comunidad de La Ceibita, Santa Bárbara, detuvo la unidad; ya habían en el lugar otros tres buses estacionados, también con presencia de extranjeros.

El conductor del vehículo fue orientado para que saliera de la calle en un predio de tierra improvisado como estacionamiento por la Policía.

Se abrió la puerta del bus y un uniformado de la Policía Nacional cubierto con un suéter de la institución, gorra y mascarilla entró y de manera seria comenzó un discurso.

“Buenas noches, ¿todos en este bus son extranjeros, verdad?, repito, ¿todos en este bus son extranjeros? Bueno, se me van a bajar todos y me van a hacer una fila por nacionalidad, las mujeres que andan chineando se quedan adentro. Va pues, a circular para abajo”, ordenó con firmeza un oficial de la Policía Nacional.

En la unidad viajaban unos 50 migrantes extranjeros y el periodista de la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus encubierto (guardó silencio). Poco a poco, las personas comenzaron a bajar con un poco de temor por la forma en la que fueron sorprendidas.

“Cubanos por aquí, venezolanos para allá, ecuatorianos se me quedan aquí parados, (un haitiano viajaba solo) vos que andás solo andate con los cubanos para allá”, mandó el uniformado ante la zozobra de los extranjeros que no entendían por qué la Policía Nacional de Honduras casi los acorralaba en ese lugar frío y solitario, y de paso los separa de acuerdo con su nacionalidad.

“Pero aquí tenemos el salvoconducto que nos entregó Migración en, ¿cómo se llama? Choluteca”, increpó un cubano.

“Callate que nadie te preguntó nada, ni sabés para qué los apartamos, hagan caso si se quieren ir rápido, por mí nos estamos toda la noche, yo de aquí no me muevo”, amenazó el mismo oficial mientras giraba órdenes a otros tres elementos para que acompañaran a cada uno de los grupos a zonas oscuras alejadas del retén policial.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus se unió al grupo de 25 cubanos con la grabadora del celular encendida, para tratar de captar las palabras del policía.

“Esto es sencillo, todo extranjero que pasa por aquí paga un impuesto, ustedes por ser cubanos van a pagar 20 dólares cada uno y digan que les fue bien, los ecuatorianos pagan 100, lo mismo los colombianos, solo ustedes y los venezolanos porque están hechos mierda pagan 20”, dijo sin pudor el uniformado.

Lea también: Honduras, un cambio de asaltos, violaciones y dolor para migrantes cubanos y haitianos

$!Un retén ubicado en medio de la calle en la comunidad de La Ceibita, Santa Bárbara, detuvo la unidad. La Policía bajó a los extranjeros y los separó por nacionalidad para, posteriormente, exigirles un cobro ilegal.

Al menos tres cubanos del grupo levantaron el salvoconducto que les entregó el Instituto Nacional de Migración (INM).

“Nos dijeron que no teníamos que pagar nada”, dijo uno. Otro lo secundó: “Eso nos dijeron allá en Choluteca”.

El uniformado, visiblemente molestó, expresó: “Vaya, vos y vos, si no tienen pisto, pues se quedan los demás... Aquí yo puedo estar toda la noche y despachar el bus, ustedes deciden”.

Un joven le dijo casi en susurro que solo andaba 10 dólares y el policía le respondió: “Que te ajusten ahí, ¿no son cubanos todos?”.

El uniformado se percató que el periodista encubierto tenía el celular en la mano, a lo que reaccionó: “¿Vos qué estás haciendo con ese celular? Enseñá dónde estás metido”, le dijo al reportero.

“No, solo estoy en la cámara”, respondió.

“Desbloquealo, pue”, amenazó.

El policía se metió a la galería del celular y no encontró nada extraño, pero la duda lo estaba matando.

“¿Vos no sos cubano, va?”

“No”, respondió el periodista.

“¿Entonces qué hacés aquí? Dame tus papeles”.

“Es que no escuché lo que dijeron cuando se subieron porque venía dormido y solo me vine en el grupo”.

El policía retó al periodista a que confirmara para dónde iba.Sin argumentos de peso, el reportero respondió que iba con los del bus. Desconfiado, el uniformado pidió al periodista encubierto que se quedara aparte, le robó el dinero a todos los migrantes y se fue donde el conductor del bus para que le confirmara la versión.

Con nervios, el chofer le dijo que se lo había montado el despachador porque era familia de él y que sí iba con ellos.

“Subite, pue, si no te querés quedar doblado”.

Una vez adentro del bus y con la unidad en marcha, el periodista encubierto se paró y les explicó a los migrantes de qué se trataba todo: “¿Me pueden dar sus testimonios?”.

Inmediatamente, con el bus en ruta y la grabadora encendida, los extranjeros comenzaron a relatar. “Todos pagamos 20 dólares, usted vio”, dijo uno.

Esta es la segunda parada que hacen porque en Choluteca solo escogieron a cinco, dijo otro.

Una cubana relató que el oficial les amenazó con no dejarlos ir y quitarles la maleta.

“A nosotros nos quitaron 100 cada uno”, dijo un ecuatoriano, mientras los venezolanos, sorprendidos, murmuraban sobre la gran cantidad de dinero.

“A mí me perdonó, le dije que no andaba nada y me dijo que me callara, pero cuando pasó por el dinero no me quitó”, dijo un venezolano.

Con los testimonios en grabadora, llegó el momento de abandonar el bus.

El chofer se negó a bajar al periodista encubierto en la mitad de la nada: “Te voy a bajar pero en una gasolinera, aquí te van a matar”.Con la evidencia suficiente, en frente de una gasolinera en la carretera a Santa Bárbara, el periodista se bajó, se cambió de ropa y se subió al vehículo que le venía dando seguimiento.

Los delincuentes solo en esa noche pararon al menos 10 buses con 50 migrantes cada uno, a casi todos les metieron mano en el bolsillo para una noche redonda que les dejó miles de dólares a costillas de los migrantes que pasan por Honduras

$!Pese a que los migrantes suplicaron y explicaron a los oficiales que llevaban un salvoconducto, no se salvaron de pagar la cuota. A unos les cobraron hasta 100 dólares.

Notas Relacionadas