Barrida de directores en centros penales para limpiar estructura de Ramiro Muñoz
El director del INP ya destituyó a cuatro directores de centros penales, incluyendo a Kalter Medina, quien estaba al frente de Támara. Han removido al personal que había colocado Ramiro Muñoz
- 09 de septiembre de 2025 a las 18:29
Tegucigalpa, Honduras.- Los altos mandos de las Fuerzas Armadas se aprestan a desmantelar la estructura que dejó en el sistema penitenciario de Honduras el general Ramiro Muñoz, quien recientemente pidió la baja y salió de Honduras por presiones del jefe de la institución castrense, Roosevelt Hernández, según fuentes consultadas por EL HERALDO Plus.
El martes anterior fue destituido de su cargo como director del Centro Penitenciario de Támara, el coronel de ingeniería de combate Kalter Medina y este miércoles sacaron de la dirección de la cárcel de Siria, El Porvenir, Francisco Morazán, a Santos Roberto Nájera. Con él, ya suman cuatro los directores separados.
Fuentes a lo interno de esa institución revelaron que la salida de Kalter Medina ocurrió por orden del director del Instituto Nacional Penitenciario (INP), el general de brigada José Miguel Mejía Medina, quien realizó visitas a los diferentes centros penales del país para “limpiar la estructura” que dejó el exdirector del INP, Ramiro Muñoz.
Afirmaron que el personal se mostró extrañado por la petición de salida de Medina, pues “estaba haciendo buen trabajo, tenía bien ordenado y remodelado el centro”.
Fuentes de EL HERALDO Plus confirmaron que este miércoles fue nombrado el nuevo director del Centro Penitenciario Nacional de Támara (CPNT), el coronel de Infantería Juan Carlos Osorto Castillo.
El traspaso de mando se realizó en presencia de las nuevas máximas autoridades del INP, desplazando así a los altos oficiales que estuvieron en el tiempo del general Muñoz.
También se hizo oficial la remoción del director del Centro Penal de Siria, donde estaba asignado el coronel de ingeniería Santos Roberto Nájera, quien era de la línea de Muñoz.
En su lugar fue nombrado el coronel de infantería Jorge Ávila Pacheco, quién ya había estado asignado en el sistema penitenciario nacional, según las fuentes.
En tanto, en la cárcel de Danlí, Mejía Medina se destituyó por orden de Hernández a Juan Blas Hernández Figueroa, mientras que en el centro penal de Ocotepeque al capitán de caballería, Wilfredo Corrales Sánchez.
Las fuentes dijeron que los cambios ocurren luego de varias investigaciones publicadas por EL HERALDO Plus, en las que se reveló que la baja del general Muñoz ocurrió por presiones del jefe de las Fuerzas Armadas, quien busca colocar a sus allegados en la próxima cúpula de la institución castrense para blindarse.
"Todo el personal que se trasladó en la gestión de Muñoz lo están sacando y llevando de traslado a otros centros penitenciarios y a los oficiales los mandan a disposición (a la casa)", dijo una de las fuentes.
Comentó que existen amenazas de “barrida” de todo el personal administrativo entre noviembre y diciembre. Incluso, dijo que solo falta que se concrete la visita en cinco centros penitenciarios de Honduras.
La información facilitada por las fuentes a lo interno de esa institución coincide con la visita que realizó la Comisión Interventora del INP al Centro Penitenciario en Ilama, Santa Bárbara.
En una nota de prensa, las autoridades afirmaron que la acción se concretó para supervisar los módulos del recinto, pero también escucharon las solicitudes de los privados de libertad. De este centro penitenciario aún se desconoce si habrá cambios.
Las fuentes a lo interno de las Fuerzas Armadas, incluso, dijeron que la presión por parte del alto mando del INP no solo es contra los directores recién sustituidos, pues también intimidan al personal administrativo.
“Hay puestos oficiales en todas las oficinas tratando de intimidar al personal civil, quienes deben hacer el saludo y estar pendiente del teléfono 24/7”, comentó otra de las fuentes.
Incluso, afirmó que realizan una auditoría del trabajo realizado por Muñoz dentro del INP. Asimismo, Mejía Medina pasa en constantes reuniones con Hernández.
Movimientos
Este rotativo informó el pasado 1 de septiembre que Muñoz había pedido la baja por presiones de Hernández tras negarse a irse como agregado militar a Nicaragua.
La información fue confirmada por el mismo general, quien afirmó que su negativa se debió a que no compartía ideología política con esa nación.
En ese entonces las fuentes confirmaron que “ante la negativa, un grupo de generales le sacaron una auditoría del INP, donde se revelaron sus actos de corrupción y lo amenazaron con un juicio militar, pero como se trataba de fondos públicos le dijeron que el caso lo iban a pasar al MP (Ministerio público) y que lo iban a meter preso. De esta forma lo obligaron a que solicitara su baja el jueves recién pasado y horas después ya estaba aprobada”.
El mismo día que Muñoz presentó su baja salió del país por miedo a represalias, confirmaron las fuentes, mientras que dentro de la institución castrense investigaban quiénes eran las personas que filtraban información. Incluso, Hernández aseguró que para evitar esas situaciones todas las comunicaciones serían de forma verbal.
El pasado 4 de septiembre, EL HERALDO Plus también reveló que Hernández realizaba maniobra para blindarse favoreciendo en los próximos ascensos a la promoción 29, pues circuló un listado de ocho coroneles que, según las fuentes, él promovía para que el Congreso Nacional los promoviera a generales y, posteriormente, que ocuparan los altos cargos de las cúpula militar en el cambio de mando.
“La promoción 29 estaría como nueva cúpula, la 30 es la que comanda actualmente las brigadas y la 31 comanda los batallones”, dijo otra fuente, al mencionar que los ocho coroneles que se buscan ascender son de la promoción 29, quienes “le han jurado lealtad y protección” a Hernández.
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