Qué es la desinformación electoral y cómo afecta la democracia en Honduras

Durante los procesos electorales, la circulación de noticias falsas influye directamente en la decisión de los votantes, distorsionando la realidad y poniendo en riesgo el buen ejercicio de la democracia

  • 06 de febrero de 2025 a las 11:13
Qué es la desinformación electoral y cómo afecta la democracia en Honduras

Tegucigalpa, Honduras.- A 31 días para las elecciones primarias, la desinformación electoral se aviva y se fortalece como un arma que busca afectar la democracia en el país.

Una avalancha de contenido falso, engañoso y manipulado sobre el proceso electoral es consumido por miles de hondureños. Esta práctica puede manifestarse a través de noticias falsas, manipulación de imágenes o videos, creación de contenidos con inteligencia artificial (IA) y la propagación de rumores infundados, especialmente en plataformas digitales y redes sociales.

En vísperas de las elecciones de 2025, la narrativa de “noticias falsas” parece estar dirigida a confundir a los votantes usando y manipulando su percepción, tanto del oficialismo, como de la oposición, así como de usuarios anónimos.

Experiencias como las elecciones en Venezuela, México y Estados Unidos deben servir como un espejo para tomar medidas y así evitar la desestabilización del proceso democrático y el aumento de la polarización entre los lectores.

EL HERALDO Verifica expone, en este explicativo, a qué se enfrenta Honduras con la desinformación electoral y como afecta la democracia.

La democracia, blanco de la desinformación

La desinformación electoral se define como la difusión deliberada de información falsa o engañosa con el objetivo de influir en los procesos electorales, manipular la opinión pública y socavar la confianza en las instituciones democráticas, según se conceptualiza el informe Trastorno de la información, que se dedicó a analizar la desinformación en Estados Unidos durante las elecciones de 2016

En otros países, las noticias falsas y los deepfakes han sido utilizadas como una herramienta política para influir en la opinión pública y generar desconfianza en el sistema electoral. Y Honduras no es la excepción de padecer este mal.

Durante las elecciones primarias y generales 2021 en Honduras, también se identificaron una alta circulación de noticias falsas destinadas -en su mayoría- a desacreditar a candidatos o a cuestionar la validez del proceso electoral y en este 2025, la amenaza está más latente que nunca.

La desinformación electoral tiene consecuencias directas en la calidad de la democracia hondureña. Entre sus efectos está que genera desconfianza en las instituciones gubernamentales, polariza a la sociedad y debilita el debate público informado.

Según un informe de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), elaborado en diciembre de 2024, la falta de regulación concreta de la desinformación debilita y desacredita el proceso electoral, creando una falsa percepción en la ciudadanía y erosionando la confianza en las instituciones rectoras de las elecciones, como es el caso del Consejo Nacional Electoral (CNE), la Unidad de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización a Candidatos y Partidos Políticos (UFTF), entre otras.

De acuerdo al mismo informe, la desinformación de este tipo en Honduras se manifiesta a través de la publicación de noticias falsas, manipulación de imágenes y videos, y el uso de cuentas en redes sociales automatizadas para influir en la opinión pública.

La desinformación electoral representa un desafío significativo para la democracia en Honduras, pues distorsiona la realidad, llevando a los ciudadanos a tomar decisiones basadas en información incorrecta o engañosa y muchas veces, falsa.

Por ejemplo, un análisis del Centro Carter, centro especializado en la observación de procesos electorales, reveló el uso de bots en plataformas como X para amplificar mensajes con información falsa y manipular el debate político durante las elecciones primarias y generales de 2021 en Honduras.

“Los principales actores de aquella campaña también usaron bots para la difusión de mensajes desinformativos. Lo más sorprendente es que estas redes eran compartidas por candidatos de distinto signo político”, concluye el estudio.

Además, el informe indicó la creación y uso de medios falsos o de origen dudoso para diseminar información manipulada. Estos medios presentaban noticias sin firma y con un sesgo marcado, atacando a ciertos candidatos mientras favorecían a otros.

Mientras que durante las elecciones generales, el Centro observó una proliferación de estos contenidos, especialmente en apoyo al partido Libertad y Refundación (Libre), que actualmente ostenta el poder.

Del mismo modo, un informe preliminar de la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Honduras señaló que se difundieron “teorías conspirativas y acusaciones infundadas contra candidatos” como parte de la desinformación electoral en las elecciones generales de 2021.

Además, destacaron que un alto porcentaje de jóvenes -en ese momento- estaban conectados a las redes sociales, lo que los exponía a consumir con mayor frecuencia noticias falsas.

Esto solo muestra que la difusión de información falsa y la falta de regulación en redes sociales intensificaron la polarización política antes y después de las elecciones de 2021 en Honduras, un escenario similar al que se está viviendo en la actualidad.

Estos son algunos de los ejemplos de cómo operó la desinformación electoral en elecciones recientes en el país y que siguen siendo consumido por los hondureños.

Para todos

Como afectación a la democracia, la desinformación amplifica narrativas falsas extremas y genera un ambiente de confrontación social y política. De acuerdo a un análisis de la ASJ, esto puede llevar a una mayor polarización entre diferentes grupos de la sociedad, dificultando el diálogo y la construcción de consensos, algo que es importante para fomentar los valores cívicos en las elecciones.

Además, parte de las consecuencias de la desinformación electoral es que reemplaza el debate basado en hechos y datos por uno lleno de rumores y falsedades, impidiendo el intercambio de ideas fundamentadas y la correcta información por parte de los votantes.

Según algunos entendidos en el tema, la desinformación electoral en Honduras particularmente está en aumento porque el país carece de infraestructura educativa y mediática que ayude a la población a diferenciar entre noticias reales y falsas, una misión pendiente de parte de los entes electorales.

La desinformación electoral no solo ha polarizado a los votantes, sino que ha generado un clima de odio y división, que solo abona de manera negativa a la democracia en el país.

Es imperativo que todos los actores involucrados en el proceso electoral trabajen de manera conjunta para promover la transparencia, la veracidad de la información y la alfabetización mediática, con el fin de fortalecer la integridad de los procesos democráticos en el país.

Sin regulación

Según un informe de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), la falta de regulación efectiva en este ámbito debilita y desacredita el proceso electoral, generando una falsa percepción en la ciudadanía y erosionando la confianza en las instituciones rectoras de las elecciones, así como lo ha denunciado también EL HERALDO Verifica.

La desinformación electoral atenta contra la democracia en Honduras al debilitar la confianza en las instituciones, manipular el voto ciudadano, incrementar la polarización y afectar la estabilidad política.

Para contrarrestarla, es fundamental fortalecer la educación mediática, regular el uso de redes sociales en campañas electorales y desde el gobierno, regulando.

Honduras necesita un marco legal que establezca sanciones para quienes difunden desinformación con intenciones maliciosas, especialmente en periodos electorales, una iniciativa que ha sido impulsada por EL HERALDO Verifica.

Para Javier Franco, analista de las patologías de la desinformación, mitigar la desinformación electoral será en base a la unión de los organismos competentes y la identificación de los candidatos que promuevan esta táctica.

“Para combatir la desinformación electoral, es esencial abordar el perfil psicopatológico de ciertos candidatos, quienes suelen fomentar la cultura del odio a través de discursos polarizantes, que los organismos electorales desarrollen estrategias para identificar y mitigar estos discursos, para desenmascarar las tácticas manipuladoras que alteran la percepción pública”, opinó.

Si bien, por ley, el Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene la facultad de emitir comunicados oficiales y aclaraciones ante información falsa que afecte el proceso electoral, está función no logra la detención, denuncia ni sanción de la desinformación en redes sociales o plataformas digitales.

Sin duda, dicen los expertos, que la desinformación electoral vivida en otros países de la región de América Latina es un espejo de lo que Honduras está viviendo.

El escenario hondureño (con baja alfabetización mediática, pocas iniciativas de verificación, falta de regulación y una sociedad polarizada) solo ha provocado que la desinformación gane mayor terreno.

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José Quezada
José Quezada

Periodista egresado de la UNAH. Se desempeña como redactor digital de El Heraldo desde 2022. Se especializa en la elaboración de noticias de última hora, Fact-checking, semblanzas, temas políticos y educativos.

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