Militancia le dio la espalda a Rixi Moncada: Solo gana 14 municipios
Libre está ganando la alcaldía de 14 municipios, pero en el nivel presidencial solo 14 está liderando la candidata. Analistas dicen que su verdadero caudal podría ser de unos 600 mil votantes
- 08 de diciembre de 2025 a las 12:36
Tegucigalpa, Honduras.- El partido Libertad y Refundación (Libre) hoy enfrenta una cruda realidad en su caudal político luego que su candidata Rixi Moncada, traicionada hasta por la base, sufriera una aplastante derrota en los comicios de este 30 de noviembre, de acuerdo con los últimos datos del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Los resultados que hasta el viernes (cuando dejaron de actualizarlo por dos días antes de retomarlo este lunes) arrojaba el sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP) evidenciaban que Moncada apenas había sacado 542,947 votos (un 19.31%), ubicándose muy lejos de los candidatos Salvador Nasralla y Nasry Juan Asfura, cuyo caudal era de 1,110,088 y 1,130,493 votos, respectivamente.
A nivel nacional, Libre ganaba 60 alcaldías, de las cuales Moncada salió triunfadora (en el nivel presidencial) en 14. Entre las municipalidades que esa institución política lideraba están las del norte de Francisco Morazán (Cedros, Vallecillos, El Porvenir y Orica) y, actualmente, puja por hacerse de la corporación municipal Distrito Central.
En Olancho, que era uno de sus bastiones, solo acariciaba las alcaldías de Gualaco, Guata, Jano, La Unión, Mangulile y San Francisco de la Paz, ubicados en el norte del departamento. En el centro peleaba por mantener la alcaldía de Manto y Silca, y al extremo oriental pretendía hacerse de Santa María del Real y Catacamas.
En Santa Bárbara, que también era otra de las fortificaciones de Libre, el partido de izquierda conquista 17 de sus 28 corporaciones, pero a nivel presidencial apenas ganó en siete municipios, perdiendo regiones importantes como Quimistán, Azacualpa y Trinidad.
Incluso en aquellos municipios donde, a días de las elecciones generales el gobierno repartía bonos climáticos para ganarse la voluntad de los votantes, Libre fue aplastado como sucedió en Cortés, donde solo lograba ganar tres alcaldías, pero Moncada, aspirante a la presidencia, no ganó en ninguna, quedando en tercer lugar.
Moncada no queda como ganadora ni siquiera en su pueblo natal, Talanga, Francisco Morazán donde el Partido Liberal está sacando más votos, seguido del Partido Nacional. La tercera en la lista es Moncada, que acumulaba 1,735 votos.
Para el abogado y analista Lester Ramírez, esos resultados eran de esperarse ya que desde un inicio la candidata presidencial no fue atractiva para el votante, pero Manuel Zelaya para mantener el continuismo la impuso en las elecciones primarias, descartando a otros líderes del partido con mayor posibilidad de mantener una armonía con los electores, de ahí los resultados obtenidos.
Con su carácter impositivo, Moncada no irradiaba confianza frente a los otros candidatos con una visión más moderada, por eso, Ramírez consideró que "los alcaldes que ganaron fue por una posición moderada. No fue realmente por una posición radical. Eso pasó factura”.
Recordó que cuando “Libre estaba haciendo campaña en los mítines políticos únicamente aparecía Rixi. El papel que tenían los diputados o los candidatos a las alcaldías era muy reducido y eso causó molestia entre las filas de Libertad y Refundación”.
De tal manera que ese posicionamiento hegemónico que quería demostrar Rixi al final la gente lo vio mal y decidió no darle el voto, pero se lo depositó a los candidatos a las alcaldías y “lo mismo creo que está pasando con los candidatos a diputados”, presagió el analista.
Dijo que es necesario revisar el discurso y planteamientos de campaña de los diputados que están saliendo, para ver si optaron por la violencia, el conflicto, la polarización que “caracterizó a Rixi y a su círculo más cercano”. Otro aspecto que hay que ver es que este país no es de izquierda y Libre llegó al poder por una alianza.
Recalcó que con estos resultados no están llegando ni a los resultados que lograron en las primarias, lo que quiere decir que el voto duro de Libre andará entre los 500 mil y 600,000 personas. "Los pleitos a lo interno también le están restando sufragios, una situación que no la vieron venir", agregó.
Expresó que ese discurso trillado de los 12 años de narcodictadura, del golpe de Estado, también jugó un papel importante para que Libre redujera su caudal en los municipios y en todo el país, porque la gente “ya no quiere ver para atrás, no quiere estar viendo por el retrovisor, quiere ver hacia adelante”.
Víctima de su estrategia
Según opiniones de la ciudadanía y analistas, Libre hoy es víctima de la soberbia de su dirigencia, quienes tras el triunfo en las elecciones de noviembre de 2021, con un total 1,716,793 sufragios, no reconoció que habían ganado gracias al apoyo de los electores anti Juan Orlando Hernández y el respaldo de los seguidores de Salvador Nasralla.
Dijeron que en Libre estaban "ebrios de poder" y llevaron a la anarquía a toda la administración pública, también emplearon primero a sus familiares, amnistiaron a personas señaladas de corrupción, trataron de dividir a los hondureños entre pobres y ricos, entre capitalistas e izquierdistas, polarizaron la sociedad, buscaron controlar todas las instituciones sin respetar la legalidad y politizaron las Fuerzas Armadas. Además, reprodujeron y mejoraron los vicios del gobierno anterior, que tanto criticaron.
Los analistas también lamentaron que en la Secretaría de Planificación Estratégica y en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) montaron sus milicias digitales —en el cual participaban altos funcionarios públicos—, por un lado, para impulsar una estrategia de comunicación basada en el uso de troles para replicar y agredir a los opositores, a los críticos, a los diplomáticos extranjeros, a los medios de comunicación, periodistas y, por otro, para empujar la candidatura de Moncada.
La ofensiva lanzada contra aquellos que no comulgaban con su pensamiento y sus acciones fue tan despiadada y vulgar que organismos defensores de derechos humanos y defensores de la libertad de expresión hasta sacaron un listado de los peores agravios.
Arrastrando toda una serie de promesas incumplidas, una polémica administración pública, y un liderazgo que conspiró contra los suyos, como sucedió con Rodolfo Pastor en San Pedro Sula, quien denunció anomalías que favorecían a Rodolfo Padilla, un político amnistiado.
Otro caso fue contra Rafael Sarmiento en Olancho, quien ha denunciado que "a los fundadores de Libre nos están casi expulsando del partido'', pues para las primarias del 9 de marzo de 2025 se impuso a Moncada como la candidata presidencial, atropellando a sus mismos partidarios, como lo denunció el diputado Bartolo Fuentes.
Entre el 9 de marzo y el 30 de noviembre, la táctica de Libre lejos de cambiar se radicalizó, usó el dinero público para su campaña ante los ojos de un Ministerio Público, impuso el caos en el Congreso Nacional y con el apoyo de cierta cúpula de las Fuerzas Armadas y de la fiscalía general buscó tumbar del cargo a Cossette López, integrante del CNE, el único eslabón que le faltaba para controlar el proceso electoral, pero no lo logró.
De acuerdo con el sociólogo y analista Pablo Carías, la caída de Libre no solo en las alcaldías sino a nivel nacional es la respuesta de un electorado que vio como desde el inicio del gobierno en 2022 se comenzó mal con el nombramiento del presidente de la Junta Directiva del Congreso Nacional, el cual se impuso a Luis Redondo a patadas, obviando el consenso.
Ante la falta de acuerdos en el Poder Legislativo, muchas leyes quedaron engavetadas y en otras acciones como el nombramiento del fiscal general se recurrió a la violación de la norma, aprovechando la coyuntura de una comisión permanente.
No se escogió a un fiscal que sirviera el país, sino a uno que estuviera al servicio del partido gobernante. Eso también generó mucho descontento. Anteriormente también se había amnistiado a gente corrupta de ese partido, generando impunidad, y todo eso la gente lo vio y lo repudió.
Carías también cuestionó que Libre, además de haber seleccionada a Moncada como su candidata, luego la pusiera el frente de la Secretaría de Defensa y eso no fue de la simpatía de mucha gente. ¿Cómo va a creer que un partido nombra a su candidata en una estructura de gobierno que a futuro tendría la responsabilidad de custodiar el proceso electoral? Desde ahí veíamos que no había buenas intenciones, criticó Carías.
El analista también lamentó el hecho de que Libre ganara algunas alcaldías, pero no obtuviera votos para su candidata. Y que lo poco que logró sacar lo haya alcanzado utilizando una cantidad de recursos económicos, lo cual es ofensivo en un país como Honduras.
EL HERALDO Plus intentó conocer la versión de algunos líderes de Libertad y Refundación, como Gilberto Ríos, pero no quiso emitir una opinión, argumentando que el domingo 7 de diciembre con la cúpula del partido analizarían las causas de la derrota.
No obstante, tras perder los comicios, el diputado Rasel Tomé pidió en una carta a los líderes de Libre no buscar excusas ni culpables donde no los hay. “Seamos valientes para mirar hacia adentro y decir la verdad, aunque duela. Y la verdad es esta: los únicos responsables de esta dolorosa derrota son quienes han tenido el honor de dirigir el Partido y el Gobierno”, dijo.
“El pueblo no se equivocó. Quienes se equivocaron fueron ellos. Se fueron alejando, poco a poco, del sentir de la gente. Dejaron de escuchar el latido de la calle, la preocupación de la madre en el mercado, el reclamo justo de los jóvenes por oportunidades, la exclusión de la base genuina del Partido. Dejando olvidada la promesa de refundación que quedó atrapada en los pasillos del poder”, escribió Tomé.