Atención médica en Honduras solo avanzó 11.7 puntos en tres décadas

Expertos aseguran que el modelo de salud debe pasar de curativo a preventivo porque la desatención de las enfermedades prevenibles está generando una reducción en la esperanza de vida de los hondureños. Los avances de Honduras son de los peores de la región

La esperanza de vida de la población hondureña se reduce producto de la falta de atención médica estatal a las enfermedades prevenibles.

Por:


mié 3 de mayo de 2023 a las 20:39

9:19 min. de lectura

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las enfermedades tratables se han disparado en la población hondureña debido que se continúa con un modelo de salud no solo curativo, sino también carente de información y datos, con una pobre vigilancia epidemiológica, sin estrategias y falta de rectoría, lamentó Blanca Munguía, directora del sector salud de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).

Un estudio del Instituto de Métricas y Evaluación de Salud (IHME) de Estados Unidos revela que Honduras es el segundo país de Centroamérica que menos ha evolucionado en acceso y calidad a la atención médica en casi tres décadas.

Desde 1990 hasta 2019 el país ha avanzado 11.7 puntos, una cifra apenas por encima de Belice, la nación con menos progreso en prevención de muerte a enfermedades tratables.

Esto significa que Honduras es el segundo país con menos avances, según señala el Estudio de Carga Global de Morbilidad realizado por el IHME en 2019.

La Unidad de Datos de EL HERALDO Plus analizó los indicadores de cada una de las naciones de Centro América, evidenciando que todas han tenido avances, pero sobresalen los vecinos más cercanos de Honduras: El Salvador y Guatemala.

Los datos muestran que el primer país tenía 33.4 puntos para 1990, sin embargo, en 2019 aumentó a 54.7. Esto significa que se encuentra por encima de la media, si evaluamos del 0 (el peor puntaje) y 100 (el mejor.

En el caso de Guatemala, el acceso y calidad a la salud para reducir la mortalidad en 32 enfermedades tratables fue de 24.3 en 1990 y en 2019 pasó a 43.6.

Honduras, por su parte, tenía 27.6 (estaba por arriba de Guatemala), pero en casi tres décadas la evolución fue menor que la del país chapín y solo llegó a 40 puntos en 2019.

El estudio se basa las tasas de mortalidad de 32 causas de muerte que podrían evitarse mediante atención médica efectiva.

Impacto

De acuerdo con Munguía, las muertes por enfermedades tratables se han disparado en el transcurso de los años porque se continúa con un sistema de salud curativo y no preventivo, “o sea que no se implementa un modelo de atención primaria con un enfoque de prevención”.

Lamentó que no se cuenta con un sistema de información precisa y un banco de datos actualizado y que lo único que se conoce es que un 60% de la población hondureña la atiende la Secretaría de Salud, un 12% el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), un 10% el área privada y un 18% no tiene acceso a los servicios de salud del Estado; lo peor es que no se sabe dónde están para buscarlos y atenderlos.

Por otro lado, la vigilancia epidemiológica es muy débil, debido a la falta de datos, por eso no se pueden establecer las alertas o los picos para intervenir de manera oportuna y con atención anticipada.

“Nosotros sabemos que hay un alza con la diabetes, pero los datos no nos están generando la suficiente información para una intervención encaminada a contrarrestarla”, indicó.

Munguía es del criterio que los datos precisos y actualizados son importantes para la toma de decisiones. La falta de ellos no está permitiendo implementar las estrategias correctas, por eso “somos reactivos y no preventivos”.

Otro aspecto que está permitiendo el aumento de las enfermedades prevenibles es la “falta de una rectoría estratégica de la Secretaría de salud”, precisó.

Asimismo, demandó más atención al Programa Ampliado de Inmunización (PAI) que tiene como función un fuerte componente de prevención a través de la vacunación de niños y adultos. “Era uno de los modelos más importantes de la región, pero en el 2019 bajó su nivel de cobertura, pero fue mínima, pero durante la pandemia cambió la priorización, era lógico, ahora en este momento no tenemos datos de vacunación del año pasado”, criticó.

Explicó que actualmente la Secretaría de Salud tiene una campaña de vacunación, pero su estrategia de comunicación es tan débil que no trasciende para que la población le dé la importancia que merece, por eso los indicadores de atención médica en muchas enfermedades han disminuido en vez de subir.

Por ejemplo, el estudio del IHME habla de avances o retrocesos en calidad y atención médica de 32 enfermedades tratables, es decir, padecimientos que reducen la tasa de mortalidad con tan solo ser diagnosticados y tratados (a través de medicamentos) a tiempo.

$!El Programa Ampliado de Inmunización por muchos años fue un modelo regional de prevención, sin embargo hoy se desconoce su labor.

Uno de los casos son las enfermedades diarreicas que para 1990 el índice de atención en Honduras, basado en la mortalidad, era de 0.000640409 puntos, mientras que en 2019 disminuyó a 0.000118486.

Lo mismo pasó con el tétano, que le índice de calidad y acceso a la atención médica cayó 0.000302915 puntos. En enfermedades como la tuberculosis, transtornos neonatales, epilepsia, apendicitis y diabetes también se redujo la atención y calidad médica en el país.

En algunas enfermedades la baja es de hasta cinco puntos, lo que significa que hubo un retroceso significativo en comparación con cifras de tres décadas atrás.

Aunque son más las enfermedades que muestran un retroceso en la calidad , también hay casos donde sí hubo una evolución favorable, como la prevención y tratamiento de la enfermedad renal crónica, así como la difteria y derrame cerebral.

" “Nosotros sabemos que hay un alza con la diabetes, pero los datos no nos están generando la suficiente información para una intervención encaminada a contrarrestarla” "

Mayor edad, menos atención

Al analizar la evolución del acceso a la atención médica por grupos, los datos muestran que la atención en niños y adolescentes mejoró significativamente: de 28.9 puntos en 1990 pasó a 55 en 2019.

El problema es que a medida la edad de la gente avanzaba, el acceso a la calidad y acceso a la salud caía. En la población con edades de 14 a 64 años la atención médica era de 31.1 puntos en 1990 y en 2019 aumentó a 40, pero fue menor que en los niños de 0 a 14 años.

En las personas de 65 a 74 años el puntaje para 1990 era de 33.2, pero en 2019 más bien cayó a 33 puntos, es decir, la accesibilidad y calidad empeoró para el grupo de jubilados y pensionados.

EL HERALDO Plus intentó dialogar con las actuales autoridades de salud para saber qué medidas se están tomando para mejorar la calidad y atención en los centros asistenciales, pero hasta al cierre de edición no habían respondido las llamadas.

Según Munguía, una de las medidas de las que se habla es la construcción de siete hospitales, pero “seguimos pensando y planificando aisladamente. ¿En qué plan de salud dice que necesitamos siete hospitales? ¿Hacia donde vamos con ellos? Es una decisión muy aislada a un plan integral de intervención del sistema de salud. Sobre esos hospitales hay muchas preguntas. ¿A qué indicadores se está apuntando?”, cuestionó.

Lamentó que no se tenga un plan de país en materia de salud, con estrategias a corto, mediano y largo plazo. “Hablo de un plan de país, no un plan de gobierno, ni mucho menos de un ministro. Debe ser un plan de país que sea respetado por cualquier gobierno, que ese sea la ruta a seguir”, exigió.

La experta en salud aseguró que en la actualidad el gobierno tiene una oportunidad para plantear un plan de país en salud “donde se visualicen todas las decisiones tomadas ahora y también esos cambios, con una agenda a corto, mediano y largo plazo, para que retomemos una ruta o agenda integral y que todos los sectores nos podamos integrar a ese logro y tengamos un producto de mucho valor dentro de unos pocos años”.

Notas Relacionadas