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Ramón Coto de Vamos: 'Mi compromiso es con el pueblo y no con los corruptos'

Pobre en lo material, pero rico en inteligencia; es el caso de Ramón Coto (55), una persona preparada académicamente con cuatro títulos universitarios y quien aspira a la presidencia de Honduras por el partido Va Movimiento Solidario (Vamos)
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02.11.2021

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Agendar una cita con José Ramón Coto García es dejar por hecho que llegará 30 minutos antes de lo concertado; tiene la ideología de que los abogados son puntuales y él no es la excepción.

Un hombre simple e íntegro que tiene el objetivo de gobernar la república de Honduras sin necesidad de aparentar lo que no tiene. Se viste sencillo con camisa manga larga, pantalones flojos y zapatos formales, pero eso sí “con faja”, dijo mientras se acomodaba su cinturón.

“No quiero ser como esos que quieren ser presidentes que andan sin faja y con burros llenos de lodo aparantendado los que no son -justificó-, si usted es una persona humilde sea humilde”, expresó mientras tomaba un sorbo de café de manera despectiva.

Un abogado se caracteriza por ser honesto, luchador, diligente, humanitario y comprometido con la persona; eso es lo que asegura ser Ramón Coto, candidato presidencial del partido Vamos.

Se considera uno de los mejores litigantes de Honduras, tiene todas las ganas de implementar esas cualidades al momento de liderar el país de la mejor forma después del caos en que lo han convertido los partidos políticos tradicionales (Nacional, Liberal y Libre).

Una infancia formidable

El rico, pero nada más en inteligencia, Ramón Coto, es originario del municipio Protección, Santa Bárbara, zona noroccidental de Honduras, con una área rural de vueltas. Viene de una familia honrada y honesta donde aprendió grandes principios y valores.

Desde su infancia tuvo limitaciones. Caminaba descalzo y le regalaban zapatos, ropa y comida; eso hizo que él llegara a ser un hombre diferente. Era muy pobre, pero solamente en lo material porque era un niño demasiado inteligente. La mayor riqueza que ha tenido es que todas las cosas las miraba desde otro ángulo más allá de sus ojos.

Un golpe bajo para Coto fue cuando su mamá falleció. Él solo tenía cuatro años y llegó a ser muy doloroso para toda su parentela, en especial de su parte. 'Desde que ella murió me sentí huérfano”.

Se puso a trabajar después de lo ocurrido. En una finca de café en La Libertad, Comayagua (zona centro de Honduras), trabajó botando pulpas. Asimismo, vendió aguacates en la calle y lo mandaban a vender cajetillas de coco afuera de las escuelas. “Yo en ese tiempo quería estudiar, pero no tenía lo necesario para hacerlo”.

Una de sus anécdotas favoritas de esos días fue cuando regresaba a su casa con el dinero que había ganado en el transcurso del día. Se acercó a un repulsivo tonel de basura y se fijó que estaba dentro de ahí un perro, por lo que se asustó y cuando se dio vuelta se le tiró encima e hizo que cayera. “Es algo muy divertido que no olvido, son experiencias duras que le pasa a uno”, relató mientras le corría una lágrima por sus mejillas.

Una lágrima recorrió la mejilla de Ramón Coto al recordar su dura infancia. Foto: Johny Magallanes / EL HERALDO.

Una lágrima recorrió la mejilla de Ramón Coto al recordar su dura infancia. Foto: Johny Magallanes / EL HERALDO.


Pasaron cuatro años de su linda, pero no agradable, infancia cuando su papá decidió prácticamente regalarlo. Un señor no tan acaudalado, pero sí con recursos para sacarlo adelante, lo adoptó. Le brindó todos los beneficios para que él explotara sus habilidades y lograra ser alguien en la vida.

Sus, ahora, padres en esa época le daban 50 lempiras para que él realizara sus estudios en la escuela Normal Centro América en Comayagua. Aprovechó cada lempira con ganas. En toda su primaria y secundaria fue destacado por su disciplina e integridad.

Su primer título fue de Educación formal en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), y con ello, concursó a una plaza de maestro en el sistema público, pero le pedían 5,000 lempiras. En ese momento comenzó a odiar la corrupción.

Con una serie de sentimientos, pero sobre todo con impotencia por no poder hacer nada, decidió seguir estudiando.

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Sacó sus últimas tres licenciaturas en diferentes universidades. Siguió su formación de educador en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Luego incursionó en la Universidad Metropolitana de Honduras (UMH) con la licenciatura en gerencia y desarrollo social y culminó graduándose de ciencias jurídicas -en materia penal y civil- en la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH).

Si antes de entrar en la universidad ya era inteligente, ahora con cuatro títulos tiene una sabiduría admirable. Ramón Coto logró sobresalir con la ayuda de su padre adoptivo y con esfuerzo propio. De tantas habilidades y competencias que adquirió, dispuso ayudar a muchos inmigrantes a conseguir documentos para tener residencia en Estados Unidos.

“En varias partes del mundo me quieren y me dicen: es el mejor abogado de Honduras”, comentó orgullosamente con suspiros de placer, sin embargo, no deja la humildad que lo caracteriza: “Para mí poder ser un hombre útil para la sociedad me enorgullece”.

La riqueza es algo que no le llama la atención. Cuenta con lo necesario para vivir, pero tampoco vive en las cavernas, porque cuando se le preguntó cuánto dinero andaba en plena conversación, respondió que anda sin límites: “no uso mucho efectivo, soy más de tarjetas”.

“Yo soy un tipo muy administrador, creo que una de mis virtudes es manejar mis finanzas”, contó. Por esas virtudes, piensa en gobernar Honduras de la mejor manera a diferencia de cómo la han tenido los partidos políticos tradicionales.

“La política es sucia, pero bonita”

De toda la familia Coto García, Ramón es el único en incursionar en la política. Decidió meterse por varias razones, pero la principal es que considera dominar el conocimiento básico para dirigir una nación: administración, recursos humanos, finanzas, derecho interno e internacional; un estadista a nivel nacional.

“Estoy hecho para dirigir una Honduras tan agobiada, tan golpeada”, lamentó. Hoy en día el mayor consejo que les puede dar a las personas es que no deben votar por candidatos que no tienen un nivel académico aceptable. “Ese tipo de personas pueden manejar fácilmente a quienes sí están preparados”.

Sin embargo, la corrupción fue su mayor inspiración para ser político. Desde pequeño sufrió por tanto robo que había en todas los gobiernos. Confiesa que él no regalará dinero porque no tiene. Nada más cuenta con el conocimiento para conducir el país de la mejor manera.

Se incorporó en la bandera amarilla Va Movimiento Solidario (Vamos) porque eran los únicos en darle la oportunidad de ser candidato presidencial para explotar su destreza. Intentó en otros partidos e incluso, los tradicionales, pero no lo aceptaron.

“No les convenía, quizá no correspondía a los intereses de ellos porque yo soy una persona que no me voy a prestar a licitación sucia”, confesó. “Ese tipo de acciones no están acorde con la moral, ni con mis costumbres; no quiero perjudicar al pueblo”.

En esas cualidades que enorgullecen a Ramón, concuerda el doctor Pablo Cerritos, candidato por la alcaldía de Tegucigalpa. Fuera de la política, es un amigo fraternal de Coto. Sus reuniones particulares tratan sobre la familia, “él es una persona en la cual yo he depositado mi confianza por su honorabilidad y comportamiento social”, relató.

Tanto el colega como la familia lo apoyan por haber incursionado en la política. “Están orgullosos de que yo haya entrado en este campo tan bonito, pero sucio en que lo han convertido los corruptos ”.

Ramón Coto posee estudios en educación, gerencia y desarrollo y ciencias jurídicas. Foto: Johny Magallanes / EL HERALDO.

Ramón Coto posee estudios en educación, gerencia y desarrollo y ciencias jurídicas. Foto: Johny Magallanes / EL HERALDO.

“Yo soy del pueblo”

Ramón se estima como una persona idónea para la sociedad. Actualmente el país vive con un nivel de credibilidad internacional bajo una posición en criminalidad grande, hacer un cambio en ello es la principal de sus propuestas para una nueva cara de la nación.

Como plan presidencial tiene tres ejes primordiales. Teniendo en cuenta el tema empresarial, ayudar a la economía apoyando a los jóvenes emprendedores con sus locales, pues considera que el 80% de los empleos se generan por la microempresa.

Asimismo, el sistema educativo público es lo que más le importa. Quiere implementar formación bilingüe, valores con objeto a la ley, compromiso de amor a la patria y recursos para que al menos salir de la primaria tengan un oficio que les pueda garantizar ingresos aceptables para seguir sus estudios.

Una estrategia precisa es darles un almuerzo a muchos jóvenes que van a la universidad, “van sin comer y eso es duro para mí, yo lo sé, porque lo viví, al menos una comida pequeña ponerla a disposición”, comentó.

En el actual caso de la pandemia, piensa organizar a todos los municipios inmediatamente para que el virus no ataque en los lugares más remotos del país. Tomar las precauciones y desarrollar un sistema preventivo de educar a las personas para que usen la mascarilla.

No obstante, pide a la ciudadanía que voten por la mejor persona que les pueda responder a sus necesidades y que estudien a los candidatos presidenciales para que sepan de donde obtienen sus riquezas.

“Pienso particularmente que soy una persona del pueblo, la sociedad debe de fijarse en mí para darle un país mejor a esta patria”, contó orgullosamente de lo que es.

De la capacidad que posee, y de las promesas que piensa cumplir, su pensamiento de humanismo social va de acuerdo a la solución de los problemas que presenta la mayoría de la población hondureña.

Confiar en sí mismo de estar preparado para ser presidente, es una de las cualidades de Ramón Coto, quien espera ganar las próximas elecciones generales del 28 de noviembre de 2021.

“Son 35 años de servicio a la sociedad”, expresó mientras se le acercaba un ciudadano a pedirle una foto porque le gustó el pensamiento y los objetivos que tiene con respecto a la patria.

Un ciudadano que estuvo atento a la entrevista se le acercó al candidato del partido Vamos para pedirle una fotografía. Foto: Johny Magallanes / EL HERALDO.

Un ciudadano que estuvo atento a la entrevista se le acercó al candidato del partido Vamos para pedirle una fotografía. Foto: Johny Magallanes / EL HERALDO.